Caja Rural brinda un balón de oxígeno a los agricultores regionales

La Asociación de Jóvenes Agricultores de Castilla-La Mancha (ASAJA) ha rubricado un convenio de colaboración con Caja Rural de Toledo. Se trata de un acuerdo regional que, con una periodicidad anual y un límite de 30 millones de euros, persigue impulsar la mejora del sector agropecuario de la Región, con el establecimiento de una serie de mecanismos que permitirán poner a disposición de los interesados una mejor financiación de sus actividades.
Cerca de 42.000 agricultores tendrán acceso a unas líneas de financiación que permitan el desarrollo, la ampliación y a la creación de empresas. «La Caja Rural de Toledo firma este convenio porque quiere y porque puede», afirmó Rafael Martín Molero, director general de la Caja, que añadió cuál es la principal novedad de este acuerdo: «incluye un préstamo para la campaña 2011 destinado a agricultores y ganaderos con explotaciones ubicadas en Castilla-La Mancha que reciban ayudas del Fondo Europeo Agrícola de Garantía». Además, se incluye la posibilidad de adelantar a los agricultores y ganaderos el pago de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) de este año con la opción de devolverlo en cinco años a un tipo de interés muy preferente.
Por su parte, José María Fresneda, secretario general de ASAJA CLM, recordó que a la Región llegan mil millones de euros de ayudas europeas, unas cantidades que se domicilian en las entidades bancarias sin pedir nada a cambio, por esa razón, exigen que «se deje atrás la época de los regalos y del albornoz» y se ayude con otras ventajas a un sector que «permanentemente le inyecta liquidez al sistema financiero». Fresneda invitó a los representantes de la Caja Rural a acompañarles a Bruselas el próximo día 10 para defender su postura con respecto a la PAC.

las posibles fusiones. El director general de Caja Rural de Toledo se mostró tajante a la hora de hablar de las posibles fusiones de su entidad, algo en lo que aseguró «no nos preocupa y medio nos ocupa».
Martín Molero afirmó que «tenemos muy claro que antes de casarnos con nadie vamos a mirar las novias no se sabe de que forma, porque luego pueden que no sean lo que nosotros habíamos pensado» y recordó que la Caja que dirige es «absolutamente privada» y exigirá «profesionalidad».

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