Castilla-La Mancha pierde la batalla del agua al aceptar el PSOE los trasvases

Fue un pulso político en toda la regla, de los pocos que se han producido en este 37º Congreso Federal del PSOE, y como trasfondo tenía la controversia sobre la continuidad o no del trasvase Tajo-Segura.

Al final, el documento ideológico que salga del congreso socialista incluirá la defensa de los trasvases, a pesar de que la ponencia marco no aludía inicialmente a esta infraestructura. Y esto será posible gracias a una enmienda presentada por la delegación murciana que, tras más de dos horas de discusión y varios retoques para levantar las reticencias de unos y otros, recibió 98 votos a favor, 16 en contra y 5 abstenciones.

El texto final refleja las tensiones que tuvieron lugar en la comisión sobre el cambio climático y que provocaron la supresión de la palabra «trasvase». Pero aunque la palabra no aparece como tal -algo que pretendían los socialistas murcianos-, el PSOE sí que aboga por los trasvases denominándolos «transferencias de recurso a través de infraestructuras hidráulicas necesarias, que sean viables económicamente, medioambientalmente sostenibles y socialmente aceptadas».

Murcia y Valencia

Este párrafo alternativo al texto que había el PSOE de Murcia fue defendido por la secretaria de Medio Ambiente de la federal socialista, Soraya Rodríguez, y cosechó el apoyo mayoritario de los participantes, excepto de los delegados de Castilla-La Mancha, que reclaman la caducidad del trasvase Tajo-Segura, siguieron oponiéndose a que apareciera toda alusión a las transferencias de agua, por lo que al final votaron en contra.

Enrique Guerrero, uno de los ponentes de la comisión, fue preguntado en la rueda de prensa posterior si el término «transferencias» se refería a los trasvases, y asintió al responder: «Se refiere a transferencias de agua de un sitio a otro».

El secretario general del Partido Socialista de Murcia, Pedro Saura se declaró «muy satisfecho porque el partido ha reconocido la necesidad de trasvases a la Región».

También los socialistas valencianos mostraron su satisfacción al haber conseguido que todas sus enmiendas sobre agua fuesen aceptadas, permitiendo incorporar a la ponencia marco las transferencias hídricas, por tanto, los trasvases, como una de las muchas formas de gestionar los recursos hídricos del Estado español.

Tras esta derrota dialéctica, el PSOE de Castilla-La Mancha no se pronunció. El diputado por Toledo, Alejandro Alonso, dijo al terminar la reunión de la comisión de cambio climático, que la ponencia marco había recogido la propuesta del secretario general del PSOE castellano-manchego, José María Barreda, para ofrecer al resto de las formaciones políticas y sociales un gran pacto nacional por el agua.

«En este debate complejo, que tiene muchas aristas, Castilla-La Mancha cada día está mejor posicionada e, incluso, la palabra trasvase ha desaparecido como terminología», dijo Alonso, a través de un comunicado remitido por el PSOE de la región, pero se olvidó de mencionar que la delegación manchega había votado en contra por su oposición a la terminología «transferencias de agua».

Según el diputado toledano, las posiciones de Castilla-La Mancha van ganando la batalla y queda claro que «si en algún momento en España se producen trasvases serán para garantizar el abastecimiento de las poblaciones y tendrán que ser siempre políticas de medidas hidráulicas que se adoptan con carácter de emergencia».

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