«Con la PAC, hemos llegado a un punto absurdo»

Aunque la inauguración oficial es a las doce del mediodía en el Paraninfo, el VI Congreso de Economía Agraria comienza su andadura en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, congregando a destacados expertos, investigadores y gestores públicos relacionados con la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria, pilares básicos de la economía de Castilla-La Mancha y capítulos principales del presupuesto de la Unión Europea.

¿Por qué se celebra este congreso en Albacete?

El Congreso de la Asociación Española de Economía Agraria se celebra cada tres años y va rotando, cambiando de sede cada vez. En el año 2001 fue en Navarra, en 2004 en Galicia, en Santiago de Compostela y este año la correspondía a Castilla-La Mancha. Albacete era la elección lógica porque aquí, entre la Escuela de Agrónomos y el Instituto de Desaroollo Rregional hay un núcleo de especial importancia de investigadores cuyas líneas de trabajo están diractamente relacionadas con el sector agroalimentario.

¿Qué objetivos se marcan, qué quieren lograr como organización del mismo?

Fundamentalmente, lo que queremos es debatir asuntos que afectan especialmente al presente y futuro del sector agrario y que están de plena actualidad. Me refiero a las implicaciones de la Farm Bill estadounidense, al lamado ‘chequeo médico’ de la PAC, a los problemas de la gestión del agua, la OCM del vino, el desarrollo del sector bioenergético y sus implicaciones… pero además queremos hacerlos desde una perspectiva científica, desde el punto de vista de varios de los principales investigadores en estos terrenos.

¿Como científicos, qué pueden aportar ustedes a unos debates que ya están sumamente politizados?

Bueno, en sociedades como las nuestras, donde la opinión pública tiene tanta importancia, todo está politizado o tiene alguna clase de consecuencia o implicación política. De hecho, nosotros hemos invitado a destacados responsables de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo porque queremos que las personas que toman las decisiones oigna lo que queremos aportar al debate sonre estos asuntos. Lo que si queremos es hacerlo en un tono más objetivo, menos apasionado, más distanciado, menos polémico, como corresponde a los miembros de la comunidad científica.

En muy poco tiempo, se han celebrado varios congresos, simposios, encuentros, todos sobre el mundo agrario. Se diría que algo pasa en el sector, pero no parece está muy claro el qué.

Es cierto, en poco tiempo, en Albacete ha habido varios congresos y encuentros de importancia nacional e internacional. Pero es lógico que así sea, primero porque, como le decía, la Escuela de Agrónomos es un importante centro docente e investigador, con un merecido prestigio, así que es lógico que estos actos tengan lugar.

Pero también, como usted dice, pasa algo. Está claro, a nadie se le escapa, que el sector agroalimentario atraviesa una etapa de transición, hemos pasado por un punto de inflexión. Teníamos una PAC, una Política Agraria Común, que apuntaba hacia un lado y resulta que el mundo rural y la agricultura han tomado una dirección muy distinta a la que se esperaba. Al final, hemos llegado a punto absurdo, precisamente a la situación que nadie quería y, por tanto, se impone una reflexión, es muy necesaria.

¿En qué sentido no funciona la PAC o, como usted dice, ha tomado una dirección opuesta a lo previsto?

Fijémonos por ejemplo en dos sectores estratégicos para nuestra comunidad autónoma, como son los cereales y el vino. La PACdel 2003 creó un sistema denominado de ‘pago único’ que destinaba importantes recursos al cereal, y resulta que cuatro años más tarde, los precios del cereal han subido muchísmo y estamos gastando importantes recursos a una clase de producción cuyos precios están disparados. Por contra, el sector del vino, cuyos precios llevan el camino opuesto y cuyo consumo no despega, ni tiene ayudas directas, ni pago único.

Van a celebrar tres sesioes plenarias sobre la PAC, la mujer en el campo y el vino. ¿Por qué elegir estos tres temas, y no otros?

En realidad, el Congreso tiene cinco, no tres, asuntos de peso que vamos a debatir. Está, como usted dice, la revisión a medio camino de la PAC, el papel de la mujer en el mundo rural, el futuro del sector del vino, pero también vamos a hablar del sector de la agroenergía y de algo tan importante para esta parte del mundo como es el agua. En cuanto al porqué, está claro, son temas de candente actualidad e importancia para el campo y, en general, para el conjunto de la sociedad.

¿Son los biocombustibles los únicos culpables del subidón del precio del cereal?

Bueno, ésa es una de las cuestiones que queremos hablar con calma, como la decía. Ha habido voces que han echado toda la culpa a los biocombustibles de la subida del precio de los cereales, algo que no se justifica, pero si habrá que hablar, con calma, con seriedad, hasta qué punto pueden llegar a influir en los precios de las materias primas.

¿Somos conscientes de los problemas específicos de las mujeres que vive en el campo?

No. En las sociedades más avanzadas, como ya se considera normal que la mujer se incorpore al mundo laboral y la mayor parte de la gente vive en ciudades, parece que los problemas de las mujeres del mundo rural no llaman mucho la atención. Pero resulta que la mujer que vive en el mundo rural, viva en un país rico o en otro que no lo es, puede y debe desempeñar un papel fundamental en el futuro del campo, y en cuestiones que no sólo afectan a los agricultores, sino que nos afectan a todos. Y eso merece nuestra atención.

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