El Consejo del Agua dio su visto bueno a un Soriano augura una dura negociación en la que «nos toca enmendar los errores del PSOE»

La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, lamentó que la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC) sea muy perjudicial para el campo regional y español, y lo ha achacado a «la dejadez total en asuntos europeos y de agricultura» del anterior Gobierno socialista, que permitió que la Comisión Europea «llegara tan lejos», al no participar ni influir apenas en las negociaciones previas al texto que Bruselas aprobó en octubre de 2011.
Así se expresó ayer Soriano en declaraciones al programa ‘En camisa de once varas’, de Radio Castilla-La Mancha, en el que explicó el viaje a Bruselas de este lunes y martes -junto al ministro de Agricultura y los consejeros autonómicos- para defender la postura española de cara a la reforma de la PAC ante europarlamentarios europeos de todos los partidos políticos y dirigentes de la Comisión Europea.
«El Gobierno socialista tenía el campo abandonado y lo evidenció con la propia desaparición del Ministerio de Agricultura –que se integró en el de Medio Ambiente-. Esto ha llevado a que las negociaciones comiencen desde un punto de partida malo para los intereses de los agricultores españoles, aunque no por ello dejaremos de trabajar para conseguir enderezar el texto final», añadió.
En este punto, la consejera destacó que está en estrecha sintonía con el Ministerio de Agricultura y destacó que por primera vez se ha logrado pactar un documento común entre todas las comunidades autónomas en el que se recoge la postura unitaria de España, «lo que nos hace más fuertes de cara a las negociaciones».
Además, reseñó la experiencia de Miguel Arias Cañete en negociaciones europeas y su conocimiento del sector, al tiempo que resaltó que «tanto el ministro como la Junta estamos en contacto con países cuyos intereses pueden ser similares a los nuestros, como Francia, Italia o Polonia, para hacer más fuerza de cara a las negociaciones».
La propuesta actual que Bruselas planteó en octubre de 2011 prevé realizar duros recortes a las ayudas que llegan al campo, que en el caso de Castilla-La Mancha son cercanas a 1.000 millones de euros al año.

Deja una respuesta