«El Júcar está siendo gestionado desde Valencia, que impone sus intereses a los de Cuenca y C-LM»

El Júcar está siendo gestionado desde Valencia, que impone sus intereses a los de Cuenca y C-LM"
 
Daniel Martínez, coordinador regional de Izquierda Unida, cree que Cuenca está siendo una de las provincias más afectadas por los recortes y que se está poniendo en peligro la vida en el medio rural
 

En febrero Daniel Martínez cumplirá cuatro años como coordinador regional de Izquierda Unida. Llegó a su cargo sustituyendo a Cayo Lara, actual líder de la coalición. Este partido se opone claramente al ATC y considera que los recortes del Gobierno de Cospedal están haciendo mucho daño al medio rural de Cuenca.

¿Cómo lleva Daniel Martínez la responsabilidad de ser coordinador regional?

Es un trabajo muy intenso el político pero estoy teniendo una experiencia bastante positiva. A veces toca sacrificar un poco a la familia ya que hay que hacer muchos viajes en esta región, moverse constantemente, pero lo llevo bien dentro de las pegas que tiene un trabajo de este tipo que requiere mucha dedicación y estar mucho fuera de casa.

¿Ha sido una responsabilidad añadida tener que sustituir a Cayo Lara, hoy máximo responsable nacional de la organización?

Si claro, pero también hay que decir que el paso de Cayo Lara a la dirección federal le ha sentado muy bien a Izquierda Unida y este clima también ha favorecido a nuestra organización en Castilla-La Mancha. En Castilla-La Mancha IU obtuvo un voto más cercano al que tiene de media nacional. Es una responsabilidad sustituir a Cayo, que además es una persona con mucha experiencia en Castilla-La Mancha, pero también es una suerte y un place seguir trabajando codo con codo con él.

La semana pasada hubo elecciones en Galicia y País Vasco. En la primera de ellas, la coalición ha experimentado un notable ascenso. ¿Puede ser una tendencia que también afecte a esta región cuando lleguen los comicios?

Son regiones diferentes y panoramas políticos distintos. Desde IU llevamos varios años trabajando en lo que llamamos convocatoria social, reivindicando un frente político de izquierdas y alternativo a las políticas neoliberales que trae consigo el bipartidismo y muy especialmente los gobiernos del Partido Popular. Queremos un bloque social que sea mucho más influyente de lo que es hoy Izquierda Unida en Castilla-La Mancha y que compita con el bipartidismo a la hora de implantar sus políticas y sus propuestas alternativas. En ese sentido, el ejemplo gallego es un referente importante, porque hemos sido capaces de constituir un proyecto con otras formaciones políticas, entre ellas la de Beira, y eso nos ha hecho pasar a un voto del 14% y nueve diputados. En Castilla-La Mancha es más difícil, hay un bipartidismo muy férreo asentado en una ley electoral absolutamente injusta que han ido modificando los gobiernos de esta región a su antojo para seguir favoreciendo sus intereses y seguir en el Gobierno. En esa línea, parece que va a haber una nueva reforma electoral que dificultaría todavía más las cosas. Pero nuestra línea es la del crecimiento, la de tener mayor influencia en la sociedad y plantear cada vez más alternativas reales. En ese sentido, podemos pensar que las próximas elecciones pueden ser favorables y que haya alternativa al bipartidismo.

¿La reducción del número de diputados en las Cortes de Castilla-La Mancha planteada por Cospedal pone las cosas más difíciles a IU en esta región?

Eso nos perjudica. Es una medida que tiene muchas aristas, pero la principal es el intento de Cospedal de garantizar que las políticas de derechas sean las que se apliquen siempre en Castilla-La Mancha. Con la reducción del número de escaños pretende que sólo pueda haber dos fuerzas políticas en el Parlamento, que siempre haya una mayoría absoluta y a ser posible del Partido Popular, aunque los dirigentes del PSOE en esta región ya han demostrado sobradamente que son capaces de hacer políticas de derechas, especialmente en lo económico. Además, esta imposición de Cospedal es una medida de capitalismo puro y duro, en el sentido de que el Gobierno se ha a alejar de la ciudadanía, los trabajadores van a tener casi imposible ser diputados e influir en la toma de decisiones políticas. Si eso se confirma será un triunfo completo del capitalismo y la derecha más dura de este país. No obstante, esta reducción de diputados, hasta cierto punto, se podría justificar si el reparto de escaños fuera proporcional al voto que tienen las fuerzas políticas, si el voto de todos los ciudadanos valiera lo mismo. Pero esa no es la intención de Cospedal, que piensa poner en cada provincia un número de diputados que le sea proclive para mantenerse en el poder. Es una limitación democrática para Castilla-La Mancha y está pensada para frenarnos como alternativa, pero creo que la ciudadanía también sabrá reaccionar ante las verdaderas intenciones que tiene Cospedal. Por nuestra parte, llevaremos esa reforma electoral hasta el Tribunal Constitucional para intentar que no se aplique.

¿Cuándo se reúne la Ejecutiva Regional de Izquierda Unida y habla de Cuenca, de qué se habla?

Hablamos bastante de Cuenca, porque además hay una serie de asuntos que son clave y que están afectando a esta provincia y a toda la región. Hay asuntos importantes como la instalación del ATC, que claramente hipoteca una provincia que estaba recorriendo un camino en las energías alternativas y las industrias alimentarias de calidad. Se habla también de que es una de las zonas a las que menos importancia le da este Gobierno Regional a la hora de establecer líneas de apoyo, inversión y solidaridad que son muy necesarias.

¿Siguen de cerca el caso de Cañada del Hoyo y el cierre de colegios rurales de esta provincia?

Nosotros hemos expresado nuestra solidaridad con las madres de Cañada del Hoyo, pero hay muchos casos. La provincia de Cuenca está siendo muy perjudicada por los recortes y tampoco fue favorecida en los tiempos de bonanza. Los recortes tienen en sí mismo un aspecto que es el desprecio del medio rural y nosotros somos una comunidad autónoma en su conjunto y Cuenca especialmente con un medio rural apuntalado que se está viendo muy perjudicado. Estamos viendo cómo cierran aulas unitarias, que se suman además a los recortes en el profesorado. Estamos viendo también como se cierran las urgencias nocturnas en los centros de salud… Son medidas que si ya de por sí perjudican a la ciudadanía hacen más daño a la provincia de Cuenca, que en estos dos servicios básicos como son la educación y la sanidad están sufriendo un castigo muy importante.

¿Los ajustes en Sanidad y Educación están poniendo en peligro la propia supervivencia de la provincia?

Desde luego, la están dificultando mucho. Para nosotros además hay un error grave al no apostar con el medio rural y limitar la posibilidad de vivir allí. Creemos que el medio rural es una apuesta clara, estratégica, de desarrollo y de futuro y no se debería incidir en los recortes en los pueblos de Castilla-La Mancha y muy específicamente en las zonas rurales de la provincia de Cuenca.

Ha comentado anteriormente que esta provincia no se vio favorecida cuando eran tiempos de bonanza. ¿Qué inversiones promovería IU en esta tierra?

En primer lugar, esos casi mil millones de euros que van a llegar a través del basurero nuclear deberían dedicarse a otras inversiones en la provincia. Para nosotros el ATC va a ser un lastre absoluto para esta provincia. En toda Europa se está apostando por el cierre de las centrales nucleares y después decidir qué se van a hacer con los residuos. La apuesta de Castilla-La Mancha y de Cuenca no puede ser la de un basurero nuclear de ninguna forma, porque las señas de identidad de la provincia son otras, como las propias energías renovables en las que habría que invertir para que se cree empleo y desarrollo en la provincia. Cuenca también está ligada a la industria agroalimentaria y las pequeñas y medianas empresas, por las que habría que apostar de forma clara para contribuir al desarrollo y la incentivación económica. Cuenca también necesita de unas infraestructuras de comunicación adecuadas que tengan un carácter más social y posibilite la comunicación de los ciudadanos. Quizás Cuenca no necesitaba tanto un AVE, que al final se ha demostrado que es casi inasumible utilizar este transporte para la mayoría de los ciudadanos. También habría que apostar por una Cuenca turística, que no solamente se quede en la capital. Y como ya hemos dicho, hay que apostar por el medio rural y para ello hay que defender unas condiciones de vida en los pueblos que sean similares a las de las ciudades y que los pueblos puedan vivir de la forma adecuada.

En materia de infraestructuras de transporte, estos dos meses el Ministerio de Fomento tiene que pronunciarse sobre la línea ferroviaria Madrid-Cuenca-Valencia y es posible que la Comunidad Autónoma tenga la última palabra sobre su permanencia. ¿Se puede presionar a la Junta para que defienda esa línea?

Nosotros por supuesto vamos a exigirlo. Las comunidades autónomas han mirado a menudo para otro lado en el tema de infraestructuras ferroviarias y en el caso del tren convencional de forma específica. En lugar de plantearse abandonar el tren convencional habría que invertir en su mantenimiento, porque el tren es un medio que puede ser muy económico y social, es decir, al alcance de todos los ciudadanos. Con una mínima inversión se podría atender y la comunicación ferroviaria es una de las señas de identidad de los países desarrollados. Yo creo que haríamos mal si abandonamos un medio de transporte que es vital para el desarrollo de la región.

Respecto a la política de trasvases de agua del Gobierno Regional, ¿perciben algún cambio con la llegada de Cospedal a lo que se estaba haciendo anteriormente?

No, no ha cambiado prácticamente. Lo único que cuando gobernaba el Partido Socialista había una cruzada contra el trasvase que nosotros hemos criticado muchas veces que era ficticia, porque después se seguían trasvasando importantes cantidades de agua, nunca se han cambiado las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura y el Plan Hidrológico que aprobó en su día el PSOE hacía intocable el trasvase de la cabecera del Tajo. Por tanto, había mucho ruido mediático pero era una utilización de la sensibilidad de los ciudadanos en torno al agua. Lo único que ha cambiado es que el Partido Popular defiende los trasvases, más allá de la gestión integral de cuencas que nosotros preferimos y la aplicación de políticas europeas que nosotros venimos reclamando. En cuanto al trasvase Tajo-Segura, se ha venido trasvasando muchísima agua en el último año porque es la política del PP. Hay que decir que no solamente el Tajo es un río importante para Castilla-La Mancha y concretamente el Júcar tiene para Cuenca unas implicaciones fundamentales. Sobre esto hay que decir que este río, a pesar de que parte de su recorrido transcurre desde nuestra comunidad autónoma, está siendo gestionado desde Valencia, imponiendo sus intereses a los de Cuenca y Castilla-La Mancha. Esto viene a colación de que los planes hidrológicos del Tajo y del Júcar tenían que haber sido mejorados en el año 2009 y no se han elaborado porque la forma de gestión que se está aplicando ahora mismo es insostenible y muy perjudicial para Castilla-La Mancha. Mejorar esa forma de gestión implicaría que tanto valencianos como todo el Levante tendrían que cambiar su forma de entender la política del agua. Si se aplicaran las normativas europeas cuando se modifiquen los planes hidrológicos, Castilla-La Mancha saldría muy beneficiada, por eso no ven la luz al final del túnel.

Izquierda Unida Castilla-La Mancha tiene que hacer su oposición desde fuera de las Cortes. ¿Qué le parece la oposición que está planteando el Partido Socialista al actual Gobierno de Castilla-La Mancha?

Yo creo que el PSOE está lastrado en Castilla-La Mancha por varias razones. En primer lugar, cuando modificaron la Ley Electoral lo hicieron de tal forma que su prioridad era ganar las elecciones a toda costa, no reconocer el pluralismo político que había en esta región e impedir que hubiera una ley electoral que reconociera los votos a otras formaciones políticas. Esta legislatura que gobierna el PP por mayoría absoluta podría ser muy diferente si cuando el PSOE hizo la reforma de la ley electoral lo hubiera hecho con criterios de justicia y representatividad, dando valor al voto de todos los partidos políticos.

El segundo error grave que cometió el Partido Socialista es que en los últimos años de la anterior legislatura hizo política de tierra quemada: quiso ganar las elecciones a toda costa y después ya se vería… Eso ha puesto la región contra las cuerdas. Y por último, el PSOE tiene un problema, también en Castilla-La Mancha, que es que cuando gobierna hace una política que en cuestiones económicas es muy parecida a la del Partido Popular, pero cuando están en la oposición proponen otras. Por ejemplo, con la reforma fiscal que nosotros proponíamos para que los más ricos contribuyeran más a las arcas públicas, cuando gobernaba el señor Barreda nadie nos hizo caso y eso nos ha llevado al desastre de recortes que ahora se está aplicando. Sin embargo, ahora que están en la oposición piden una reforma fiscal. Eso denota que en muchos aspectos de la política regional, el PSOE y el PP son demasiados favoritos.

Hay otra cosa más que hay que recordar, y es que el pasado verano el Partido Socialista y el Partido Popular acordaron modificar la Constitución Española, y en su artículo 135 recogieron que ante todo, la gestión de las administraciones debería ir dirigida con absoluta prioridad a pagar las deudas e intereses y a combatir el déficit. Eso está lastrando a nuestra comunidad autónoma, porque con esa reforma constitucional, PSOE y PP acordaron que lo primero era pagarle a los bancos y después estaba lo demás. No acordaron que la prioridad eran la educación y la sanidad, o eran los servicios sociales, o mantener la dependencia, o mantener el poder adquisitivo de los pensionistas… Eso está condicionando la oposición que se hace y la visión que tienen los ciudadanos del Partido Socialista.

Cuando el actual Ejecutivo Regional justifica los recortes hablando de la ‘herencia recibida’… ¿En el fondo tienen algo de razón?

Bueno, muy muy en el fondo… Yo creo que es la excusa perfecta que están encontrando, porque además la única oposición que tienen en las Cortes es la de quien gobernaba hace algunos meses, por tanto el resto de oposición que tiene a estas políticas está en la calle y en las concejalías de algunos ayuntamientos. Nosotros ya hemos criticado en muchas ocasiones que el PP está haciendo un abuso de la denuncia de esa herencia y que lo está utilizando como excusa para hacer unos recortes brutales en los servicios públicos y en las políticas sociales de Castilla-La Mancha, con el objeto de implantar un modelo privado a estos servicios públicos, alejándolos de la realidad y las necesidades de esta región. Aquí en Castilla-La Mancha lo que está haciendo el PP es abusar de la denuncia de la herencia recibida para implantar su modelo ideológico, y eso hay que denunciarlo también. Los ciudadanos no tienen que caer en la trampa, sabemos perfectamente los errores que cometió el PSOE cuando estaba en el Gobierno, pero ahora gobierna el PP, que con su actuación está sometiendo a esta región a una recesión profunda.

Respecto a la contestación política que los recortes tienen en la calle, así como acciones como ‘Ocupa el Congreso’ y otros movimientos críticos contra el sistema político. ¿Qué puede hacer Izquierda Unida para atraer a estos ciudadanos descontentos a su causa?

Es algo que no es fácil. Nosotros creemos que en estos momentos tenemos unos gobiernos intervenidos e incluso secuestrados por la deuda, que al fin y al cabo son los intereses de los banqueros y los fondos de inversión, estamos a su servicio. Ante eso hay que movilizarse, estar en la calle. Nosotros venimos defendiendo desde hace meses que una movilización social sostenida es fundamental para enfrentarse a las políticas tan injustas que estamos sufriendo. Esta semana conocíamos que cada español ‘tiene que poner’ casi 1.900 euros para dárselos a los bancos. Eso no debe permitirse y para evitarlo es fundamental la movilización. Pero las decisiones se toman en las Cortes, se toman desde las instituciones. Nosotros creemos que este movimiento de rechazo social e incluso de rebeldía se tiene que ver reflejado también en un movimiento político que sea capaz de hacer frente al bloque neoliberal y a las políticas de ajuste. La intención de Izquierda Unida es conseguir aglutinar a más fuerzas políticas y a la movilización que se está dando en la calle para plantear una alternativa política que sea suficientemente fuerte en nuestro país. Uno de los grandes retos que tiene esta organización política es abrirse a la ciudadanía y ser capaz de encauzar políticamente la rebeldía contra los recortes.

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