El Levante se llevó en verano el máximo de agua disponible del Tajo

Este verano el Levante ha apurado al máximo la disponibilidad de agua que se aprobó en julio para el trasvase del Tajo-Segura. A comienzos del periodo estival la Comisión de Explotación del Acueduto estableció que como mucho se podría sacar de Entrepeñas y Buendía un total de 114 hectómetros cúbicos. Tres meses después, el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación confirma que han sido 114 los hectómetros cúbicos derivados entre julio y septiembre. Es decir, que el Levante se ha llevado el 100% del agua disponible.
Es probablemente la primera vez que ocurre un hecho así desde que se cambió el sistema de regulación de los trasvases. A diferencia de como se hacía antes, ahora se fija una disponibilidad para periodos largos de tiempo. Es un ‘tope’ al que no se tiene por qué llegar, porque luego se va trasvasando en función de las necesidades de abastecimiento y regadío de la zona del Segura. En la primera mitad del año, por ejemplo, se aprobó una disponibilidad de 228 hectómetros cúbicos, pero luego se derivó menos. En total se trasvasaron 197 hectómetros entre enero y junio de 2012. Es decir, que el Segura ‘perdonó’ 31 hectómetros al Tajo.
Quizá la falta de lluvias de este verano ha hecho que esta vez el Levante no haya desaprovechado ni un hectómetro cúbico de lo autorizado por la Comisión de Explotación del Acueducto. De esta forma, juntando los 197 hectómetros derivados en el primer semestre del año y los 114 de los meses de julio, agosto y septiembre, en lo que va de 2012, el Segura ya se ha llevado 311 hectómetros del Tajo. Y todavía puede llevarse más, porque esta misma semana, la Comisión de Explotación del Acueducto ha fijado una disponibilidad de 101,7 hectómetros hasta el mes de diciembre. De ese volumen total, la mayoría de los hectómetros se utilizarían para regar (72 hectómetros), mientras que 29,7 se destinarían a abastecimiento.
La polémica en torno al trasvase ha existido y existirá siempre, pero la falta de precipitaciones lo complica todo aún más. Y es que, mientras  las necesidades del Levante aumentan, las reservas de los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía se merman. A comienzos de julio, estos dos pantanos acumulaban 818 hectómetros cúbicos. Tres meses después, la falta de lluvias, la evaporación y el trasvase han hecho que Entrepeñas y Buendía hayan perdido 227 hectómetros. Ahora acumulan 591 hectómetros que no suponen ni una tercera parte de su capacidad.
Las lluvias de finales de septiembre no han podido todavía compensar la sequía del resto del año. La última semana subieron sólo un hectómetro después de nueve meses de caída.

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