F. Belmonte: «Ahora hay que hacer una buena gestión para paliar futuras épocas de sequía»

Llueve sobre mojado y las predicciones meteorológicas tampoco auguran un respiro de cara a los próximos días. El cielo seguirá jarreando sobre los pueblos albaceteños en el que ya es uno de los inicios de invierno más lluviosos de las últimas décadas. Así lo ponen de manifiesto las estadísticas de las diferentes estaciones agroclimáticas existentes en la provincia de Albacete. Desde las organizaciones agrarias y de regantes también coinciden en señalar éste como uno de los inviernos más húmedos que se han vivido en los últimos años. Aunque como bien dicen de nada sirve si lo que le acompaña es una primavera seca.

Más de 118 litros han caído sólo en Albacete capital desde que oficialmente comenzase el invierno hasta el pasado lunes 22, es decir en apenas dos meses. En el mismo periodo del invierno 2008-2009 en Albacete se recogieron 66 litros por metro cuadrado, es decir ya ha llovido un 78,7% más que el año pasado. Y entre el 21 de diciembre de 2007 y el 22 de diciembre de 2009 el cielo descargó tan sólo 27,8 litros por metro cuadrado. Los comienzos del invierno del 2006-2007 fueron muy similares con unas precipitaciones de 27 litros en la capital albaceteña.

Aún así el inicio de invierno más duro en lo que va de siglo XXI en la ciudad de Albacete por la falta de lluvias hay que buscarlo en 2004-2005 cuando apenas se registraron 4,6 litros por metro cuadrado.

La provincia

El caso de la capital albaceteña no ha sido un hecho aislado las lluvias se han sucedido en estos primeros dos meses del invierno a lo largo y ancho de toda la provincia. En Hellín entre el 21 de diciembre pasado y el 22 de febrero se han computado 128,4 litros por metro cuadrado. En Tarazona se superan estos datos y se alcanzan los 162,2 litros por metro cuadrado mientras que en Ontur han caído 120,2 litros y en Almansa 113,6. En La Gineta la estación invernal ha dejado ya 171,2 litros.

Caudete con 100,2 y Pozo Cañada con 108,4 litros, son las dos localidades que registran una menor pluviometría, según los datos del Centro Regional de Estudios del Agua. En el extremo contrario se encuentran Villarrobledo y Motilleja con 266 litros y 213,2 litros, respectivamente.

Agua ésta que en toda la provincia ha caído en todas sus formas posibles, a excepción de como granizo. Y es hacía bastantes años que los municipios albaceteños no veían nevar, en su conjunto, de una manera tan repetida.

Y, ¿qué les parece esta situación a los agricultores? Tanto desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), como desde Asaja y desde la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO) que este agua es bienvenida, máxime es una tierra que casi siempre peca de seca. Aunque eso sí, recuerdan que de nada sirve un invierno lluvioso si la primavera no acompaña.

El secretario de Organización de UPA de Albacete, Julián Martínez, asegura que las precipitaciones que se están registrando en los dos últimos meses están beneficiando mucho a los cultivos herbáceos y leñosos. Además incide en algo que también corroboran Asaja y los regantes. Y es que las lluvias que se han producido en la provincia han sido continuadas pero afortunadamente no ha habido que lamentar esas trombas de agua que en otros puntos de España han dejado a su paso grandes destrozos. «Ha caído mucho pero repartida y de forma continuada», señala.

Para Martínez otro factor a tener en cuenta es que las temperaturas que se están registrando «están siendo buenas» aunque parezcan muy bajas sobre todo si se comparan con el otoño tan cálido que hemos tenido.

El presidente de los regantes, Francisco Belmonte, también destaca las bondades de un comienzo de invierno lluvioso. Algo además que en Albacete no suele suceder, o al menos no en los últimos años. Belmonte recuerda que no sólo es positivo para los cultivos sino también para los acuíferos, que se recargan, y para los embalses. «Un año puede llover mucho y otro puede haber una gran sequía. Lo importante es la gestión que hagamos del agua», insiste Belmonte.

En boca del presidente de los regantes la palabra gestión adquiere otra dimensión. Por eso Belmonte apela al sentido común ahora que sí que hay recursos y reservas y vuelve a insistir en la necesidad de no dilapidar el agua que está cayendo, máxime ahora que el embalse de Alarcón se encuentra a un 32,5% de su capacidad.

Afectados

Desde Asaja son menos optimistas tras tantas lluvias continuadas. Y es que el cielo podría dar ya una tregua y dejar paso al sol, se lamenta el presidente provincial de Asaja, José Pérez Cuenca, quien explica que cultivos de invierno como los cereales y las leguminosas tienen demasiado agua ya. «Estamos viendo que la tierra está muy fría y que los fertilizantes se los ha llevado a la capa de abajo, al subsuelo», apunta.

Pero ese no es el único problema. El agua ha hecho que se pierda mucha semilla. «El pronóstico en el caso de los cereales no es nada bueno», reitera apuntando hacia el exceso de humedad y la falta de sol como principales problemas. «En febrero busca la sombra el perro», dice echando mano del refranero popular para explicar lo que debería estar sucediendo ya.

PROTAGONISTAS

JOSÉ PÉREZ CUENCA ASAJA

«La tierra está muy fría, los fertilizantes se han ido al subsuelo y hace falta sol»

JULIÁN MARTÍNEZ UPA

«Ha caído mucho agua pero de forma bien repartida, no como en otros lugares»

FRANCISCO BELMONTE JCRMO

«Ahora hay que hacer una buena gestión para paliar futuras épocas de sequía»

Unido a todo ello también hay muchos agricultores que no han podido terminar de sembrar los cereales tardíos de invierno por las incesantes lluvias. «Hacía muchos años que no se veía un invierno tan húmedo», reflexiona Pérez Cuenca. Y es que ya se sabe, nunca llueve a gusto de todos.

En Albacete capital el día más frío en lo que va de invierno se registró el 10 de enero cuando el mercurio descendió hasta alcanzar los 10,9 grados negativos. De hecho de los puntos de la provincia de los que el Centro Regional de Estudios del Agua (CREA) recoge datos a través de las estaciones agroclimáticas es el que arrojó los más bajos. Por el contrario la temperatura máxima absoluta en la ciudad cuchillera se computó el 16 de enero con 16,1 grados. No obstante, en Hellín este invierno se han alcanzado máximas más altas. Los termómetros subieron hasta los 24,3 grados el 29 de diciembre de 2009.

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