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La CHJ apuesta por establecer un régimen de caudales ecológicos

El jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Javier Ferrer, consideró «prioritario» establecer un régimen de caudales ecológicos, finalizar las infraestructuras de depuración y llevar a cabo actuaciones de revegetación, para lograr recuperar el río Júcar.

Ferrer se expresó en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en la jornada técnica de la Comisión de Caudales Ecológicos, desarrollada dentro de las III Jornadas de Participación del Plan de Recuperación del río Júcar. Previamente, tuvo lugar la Comisión de Restauración de Ecosistema de Ribera, presidida por el jefe de Área de Gestión Dominio Público, Tomás Nebot, quien también atendió a los medios.

El responsable de la Comisión de Caudales Ecológicos señaló que en el tramo bajo del Júcar existe la «problemática» de las inundaciones, por lo que «un reto adicional», a su juicio, es «reducir el riesgo de inundación sin empeorar el valor ambiental del río».

Asimismo, incidió en que «el valor cultural e histórico» del Júcar también es «importante», porque este río «no es sólo algo natural». En esta línea, subrayó que la gestión medioambiental «implica temas de calidad, cantidad y medio ambiente», un conjunto de asuntos «interrelacionados y bastante complejos».

Por otra parte, explicó que el marco legal para asignar los caudales ecológicos es el que establecen los Planes Hidrológicos de Cuenca. Al respecto, indicó que el actual -vigente desde 1998- «no fija un caudal ecológico para el Júcar más abajo del azud de Antella (Valencia)», uno de los motivos, dijo, por los que en la revisión que se está realizando del Plan de Cuenca, «estamos trabajando en el establecimiento de los caudales ecológicos».

Para ello, los responsables de la CHJ siguen los borradores de una instrucción de planificación, que elabora el Ministerio de Medio Ambiente, que plantea «unos criterios tanto de estudios técnicos como de proceso de concertación a la hora de tratar de compatibilizar los requerimientos ambientales con los usos».

Preguntado por si se maneja una cifra concreta de caudal ecológico, afirmó que se han planteado unos rangos de caudal «bastante amplios», pero prefirió no precisarlos. Sobre este asunto, manifestó que el actual Plan de Cuenca plantea 600 litros hasta el Azud de Antella, un caudal, a su juicio, «muy pequeño», por lo que auguró que, «previsiblemente, irá al alza».

Por otro lado, remarcó que «se aprecian avances» en la calidad del agua tras la puesta en marcha de la depuradora de Alzira-Carcaixent. No obstante, apostilló que la calidad del agua en los climas mediterráneos «está muy condicionada por los caudales que circulan en régimen natural».

Así, indicó que en 2007 la pluviometría fue «muy buena» en la zona de la costa, por lo que los caudales que están en el tramo bajo «se encuentran por encima de lo habitual». En este sentido, consideró «posible» que esta mejora «esté asociada a la dilución natural», ya que «el efecto de tener un año húmedo o seco es del mismo o superior orden de magnitud que la puesta en marcha o no de una depuradora o no». Por este motivo, instó a «ver con precaución» las mejorar producidas por las depuradoras.

Ferrer, tras ser preguntado por si percibe mejoras en la implicación de las administraciones autonómica y local en la conservación del río, aseguró en las comisiones del Plan de Recuperación del Júcar participan las distintas administraciones que, a su entender, «están teniendo un papel importante y se están implicando en las discusiones y en el estudio de los análisis técnicos que se presentan».

«SUSTRATO PARA LA VIDA».

Por su parte, Tomás Nebot destacó que el Plan Hidrológico «va a ser un arma esencial» para recuperar los ecosistemas, ya que, en su opinión, el río «se entiende como un sistema complejo que sirve de sustrato para la vida». En esta línea, explicó que en este plan se recogerán «todos los aspectos relacionados con la administración hidráulica».

Nebot consideró que existen «muchas diferencias» entre unas zonas y otras del Júcar. Así, puntualizó que este río cuenta con tramos «muy naturales» que se encuentran en «muy buena situación» -como el río Cabriel, uno de sus afluentes, o la zona del nacimiento del Júcar-, pero hay otros tramos «que están degradados y con introducción de especies alóctonas», por lo que aseveró que se desarrollarán proyectos «concretos» para solucionar «los problemas existentes».

El responsable de la Comisión de Restauración de Ecosistema de Ribera indicó que uno los objetivos de las III Jornadas de Participación del Plan de Recuperación del río Júcar es «obtener la imagen de referencia», es decir «la imagen ideal de lo que queremos que sea el cauce».

«Pero el río no es solo naturaleza, es aprovechamiento», remarcó Nebot, quien manifestó que, para compatibilizar ambos aspectos, «llegaremos a un equilibrio que será la imagen objetivo de lo que va a ser el cauce».

Por otro lado, incidió en que «cuanto más a la costa, hay más superpoblación, más industria y más presión urbanística», por lo que «es mucho más complicado recuperar el río». Además, añadió que en la zona baja hay «un aspecto superimportante como son las inundaciones». En este sentido, indicó que «hay una metrópoli urbana inmensa que requiera una defensa».

La CHJ, a través de las Jornadas de Participación del Plan de Recuperación del río Júcar -desarrolladas esta semana-, pretende elaborar un plan de recuperación del Júcar en su integridad. Nebot valoró la participación de todos los sectores implicados e interesados, «desde el nivel particular hasta el general».

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