La nueva presidenta de la Confederación Hidrográfica tomó ayer posesión de su cargo y aseguró que hará cumplir «los mínimos de calidad de agua de la directiva de la UE»

Desde las 16:30 horas del día de ayer Mercedes Gómez es oficialmente la nueva presidenta de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Y ya desde el primer día demostró tener las ideas claras de cuáles son los problemas que va a tener que resolver en su nuevo cargo. «La Directiva marco del Agua de la UE nos marca unos mínimos que en estos momentos no se están cumpliendo en cuanto a la calidad de las masas de agua y que los tenemos que hacer cumplir», aseguró en declaraciones a La Tribuna.
Gómez sabe perfectamente cuál es la situación del río Tajo, (durante muchos años estuvo trabajando como consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha en unas oficinas muy cercanas a sus riberas). Y también parece saber cuáles deben ser las soluciones para mejorar la calidad de sus aguas. «Tenemos que empezar a trabajar primero para que todos depuremos el agua y lo hagamos lo mejor posible», precisó, «incluido Madrid, que es una urbe muy importante y que lógicamente aporta mucha agua residual al río Tajo». Otro de los remedios imprescindibles es «tener agua suficiente embalsada que permita no sólo mejorar los abastecimientos, sino también mantener el caudal ecológico del río».
Estas declaraciones de Gómez se han producido en una semana en la que se conocieron las intenciones de duplicar el caudal ecológico del Tajo en el nuevo Plan de Cuenca. Desde la Junta de Comunidades ya se advirtió de que era necesario que ese caudal ecológico saliera de los embalses de cabecera, lo que pone en dificultades la supervivencia del trasvase Tajo-Segura que nace de esos pantanos.

No será fácil
Precisamente el nuevo Plan de Cuenca del Tajo será la ocupación primordial de Mercedes Gómez en su nuevo puesto. «Lo primero que tengo que poner en marcha es la planificación hidrológica de la cuenca, para que sea debatida por todo el mundo y que todos puedan aportar algo para enriquecerla», avanzó. La meta que perseguirá será la de «conseguir que el Tajo siga siendo un río vivo y que todo lo podamos disfrutar».
Gómez aventura que «aunar las necesidades de cinco comunidades autónomas lógicamente no es fácil, pero tampoco imposible». Para apoyarla ya desde su primer día, en la toma de posesión estuvieron presentes la ministra de Medio Ambiente, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, el consejero de Ordenación del Territorio, los presidentes de las diputaciones de Toledo y Guadalajara y el alcalde de Talavera.    

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