La pelea del agua caldea el ambiente previo al cónclave

El Gobierno ha tratado de pasar de puntillas ante la guerra del agua, incentivada a cuenta del proceso de reformas estatutarias impulsado por el PSOE en esta legislatura y en la que han acabado cayendo también los «barones» del PP. Pero su ambigüedad no ha evitado que esta batalla haya caldeado el ambiente previo a la reunión de presidentes autonómicos con un tenso cruce de declaraciones. Ayer, el presidente manchego, José María Barreda, frenó los pies a posibles intenciones del Ejecutivo en ningún caso aún concretadas. Así, advirtió de que el hecho de que el Gobierno hable en sus resoluciones de solidaridad entre las diversas cuencas hidrográficas, «no significa que se vaya a bendecir ningún trasvase, ni futuro, ni de los actuales». Por su parte, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, adelantó que defenderá en la Conferencia la necesidad de trasvases como el del Ebro, derogado por el Gobierno, como la única solución posible para la falta de agua en el Levante español. Los líderes de los partidos políticos de Aragón avalaron que el jefe del Ejecutivo aragonés, Marcelino Iglesias, defienda el rechazo a los trasvases entre cuencas; mientras que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, anunció que reclamará a Rodríguez Zapatero que complete las inversiones previstas en el Plan Hidrológico Nacional.
   

Deja una respuesta