La sequía obliga a prohibir el riego con agua del Júcar de los cultivos de La Mancha

Llega el verano y los efectos de la sequía se dejan sentir con mayor intensidad. El abastecimiento urbano está asegurado así como los usos industriales, según señaló ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues. Pero la situación del agua destinada al regadío es muy diferente, ya que el agua embalsada en el sistema del Júcar es de 274 hectómetros cúbicos (12%)

La comisión de sequía de la CHJ aprobó ayer a propuesta de la presidencia la clausura de todas las extracciones para riego en las 28.000 hectáreas que toman para su abastecimiento agua del Júcar.

La medida, incluida en el plan de actuaciones contra la sequía aprobado por la CHJ, conlleva la prohibición del uso del agua del Júcar en esta zona entre el 1 de julio y el 30 de septiembre.

Según Moragues, es el paso siguiente a las tres ofertas públicas de adquisición de derechos de agua que la Confederación ha realizado durante el pasado invierno a los agricultores de La Mancha. Con ello se ahorrarán entre 66 y 68 hectómetros cúbicos de los 148 que pueden utilizar.

La decisión afecta especialmente a las 5.000 hectáreas que no se han acogido a la oferta de adquisición pública de derechos de agua. Las otras 23.000 han tenido la opción de regar durante los meses de primavera a cambio entre una compensación económica de entre 0,20 y 0,25 euros por metro cúbico o renunciar a cultivar. La inversión de la CHJ ha superado los 14,5 millones de euros.

La oferta pública de adquisición de derechos de agua del año pasado afectó a una superficie mucho menor, 8.000 hectáreas, pero también se consiguió ahorrar 64 hectómetros cúbicos, una cantidad muy similar al objetivo de este año.

Otra de las actuaciones acordadas por la comisión de sequía es permitir la apertura de 120 pozos de sequía y 23 rebombeos con la posibilidad de extraer 85,5 hectómetros cúbicos de agua.

Juan José Moragues explicó que la cantidad autorizada para extraer es similar a la del año pasado. En cualquier caso, el presidente de la CHJ indicó que el año pasado los agricultores utilizaron tan sólo el 50% del total.

La explicación, según resaltó el responsable de la Confederación, se encuentra en que la extracción de aguas subterráneas es mucho más cara al aumentar el gasto energético, por lo que los agricultores prefieren autolimitarse «y previsiblemente este año puede suceder lo mismo». La reducción del suministro de agua a los agricultores del Júcar se cifra en un 50% de lo que suele ser habitual. Respecto al sistema del Turia, cuyos embalses se encuentran al 40%, están garantizados los suministros, aunque se han practicado reducciones de los derechos y la aportación será un 65% menor a lo que se considera normal.

Moragues explicó que este año la ciudad de Valencia se abastecerá con dos metros cúbicos por segundo del Júcar y otros dos del Turia debido al nivel de emergencia del primero, a diferencia de lo que ha ocurrido otros años en los que llegaban tres metros cúbicos por segundo del Júcar y uno del Turia.

El presidente de la CHJ recordó que esta primavera está siendo más seca de lo normal e indicó que el mes de marzo ha sido «el peor de la historia del Júcar y, en el conjunto del año hidrográfico, es el segundo peor en la historia».

«A pesar de eso estamos manteniendo unos niveles de embalses suficientemente constantes en los volúmenes y esto se debe al uso integral de los recursos y a la gestión exquisita de todos los usuarios», remarcó.

Concretó que los sistemas de la zona norte de la demarcación del Júcar, Cenia-Maestrazgo, Mijares-Plana de Castellón y Palancia-Los Valles se encuentran en situación de «absoluta normalidad», al igual que los de la zona sur, Serpis, Vinalopó-Alacantí, Marina Baja y Marina Alta, mientras que el sistema del Turia se encuentra en prealerta y el del Júcar en emergencia.

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