Las lluvias recargan los pantanos y alejan el fantasma de la sequía

Las constantes lluvias caídas en el territorio valenciano de forma casi ininterrumpida desde la primera semana de mayo han supuesto un gran alivio para las exangües reservas de los embalses y han enterrado, a corto plazo, el fantasma de la sequía. De hecho, el abastecimiento humano está más que garantizado durante lo que resta de año, según estima la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

      Expertos vinculan la inestabilidad al enfriamiento del Polo Norte

      José Ángel Núñez, del Centro Meteorológico de Valencia, aseguró ayer que el pasado mes de mayo ha sido el más lluvioso desde que empezó a computarse esta estadística, en 1940. En la Comunidad Valenciana se recogieron una media de 132,5 litros por metro cuadrado, ligeramente por encima de los registros de mayo de 1977 y 2002, cuando se midieron 129 y 128 litros por metros cuadrado, respectivamente.

      El meteorólogo también avanzó que las lluvias registradas en los primeros días de junio van a convertir a este mes en el más lluvioso desde 1992 en la Comunidad Valenciana. Y, en paralelo al generoso régimen pluviométrico, los primeros días de este mes también están resultando más fríos de lo habitual. La entrada de una masa de aire frío del Atlántico noroeste ha dejado las máximas diurnas en el litoral valenciano por debajo de los 20 grados, valores que no se registraban desde 1984.

      En el último fin semana y hasta el mediodía de ayer, las precipitaciones más importantes se registraron en el norte de Alicante y en el interior de Valencia, con cantidades que oscilaron entre los 50 y 80 litros por metro cuadrado en poblaciones como Oliva y Siete Aguas. Con todo, el mayor registro ha correspondido al embalse de Forata, en el término de Yátova, donde se han medido 98 litros por metro cuadrado en las últimas 24 horas. Las previsiones señalan que las lluvias persistirán hasta mañana, miércoles, y afectarán de manera más intensa al norte de Valencia y Castellón. Tras una breve tregua, las precipitaciones podrían retornar a mediados de la próxima semana y prolongarse hasta el umbral del inminente verano.

      Las precipitaciones de los últimos días han provocado que el volumen de agua embalsada en los pantanos de la Confederación Hiodrográfica del Júcar (CHJ) haya aumentado en 17,59 hectómetros cúbicos, elevando las reservas hasta el 26,15% de su capacidad total, el mejor dato desde el 11 de julio de 2005. Los embalses de la CHJ acumulan 875,05 hectómetros cúbicos de agua de los 3.346,6 que pueden llegar a almacenar. Los pantanos que han registrado un mayor aumento han sido los de La Muela, Alarcón, Benagéber, Contreras y María Cristina. El sistema de Alicante es el que más lleno se encuentra, ya que está al 87,45%, seguido del de Castellón (63,99%), el del Turia (46,93%) y el del Júcar (19,40%).

      El agua almacenada en los embalses de la cabecera del Tajo (Buendía y Entrepeñas) se sitúa ya en 372 hectómetros cúbicos. Las lluvias de esta primavera han elevado la reserva de esta cabecera y la han alejado de los 240 hectómetros cúbicos acumulados en los dos embalses, límite legal a partir del cual no se puede trasvasar al Segura.

      Al cierre de esta edición, las intensas lluvias de las últimas 48 horas apenas habían causado incidentes destacados, salvo algunas caídas de árboles y la inundación de un túnel en la CV-525, extremo que provocó el corte de esta carretera entre los términos de Alginet y Algemesí.

      Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, asegura que desde 1980 no se había registrado una primavera tan húmeda y lluviosa en Alicante y la Comunidad Valenciana. El experto atribuye a un doble factor meteorológico las intensas precipitaciones: «De un lado, la finalización de una fase del fenómeno de la Niña en el Pacífico y unas temperaturas más bajas de lo normal el sector ártico (Polo Norte). Los dos procesos han actuado al unísono para ocasionar un aumento extraordinario de la inestabilidad en esta primavera», explica. «De momento, entre el 1 de mayo y hoy [ayer para el lector] llevamos recogidos 85 litros por metro cuadrado en Alicante, el doble de lo que es normal en este período», añade.

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