Miles de litros de agua se pierden en el Turia en pleno verano

J. SIERRA VALENCIA El río Turia está arrojando miles de litros de agua al mar en plena temporada de riego a través del cauce nuevo sin que nadie se haga responsable de este dispendio, especialmente grave en una comunidad autónoma acostumbrada a sufrir sequías y cuyas autoridades reivindican constantemente el agua del Ebro.

El derroche de agua en el Turia es un hecho evidente y visible para miles de valencianos que a diario cruzan el puente de Quart-Mislata, el de Xirivella e incluso el de la CV-36 que une Valencia con Torrent y Picanya. Sin embargo, la estación de aforos del azud de la Cassola o del Repartiment no refleja el paso de este caudal. De hecho, la última vez que pasó agua por aquí fue, al menos oficialmente, en mayo de este mismo año.

La falta de aforos impide conocer el volumen exacto de agua que se desvía por el cauce artificial y que no tiene aprovechamiento de ningún tipo, ni siquiera medioambiental como sí ocurre en el tramo final del Júcar.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar explicaron que este organismo «se limita a facilitar los caudales que solicitan los usuarios», liberando en el pantano de Loriguilla una cantidad de metros cúbicos previamente acordada en la Comisión de Desembalses del Turia y acorde con la concesión.
«A partir de ese momento es responsabilidad de los regantes y el resto de usuarios el uso que hagan del agua», dijeron las fuentes.

Desembalses
Según la Confederación Hidrográfica del Júcar en los últimos 30 días se están desembalsando 9,5 metros cubicos por segundo. Entre Bugarra y Vilamarxant (Pueblos Castillo), el caudal desciende en unos tres metros cúbicos por segundo. Sin embargo, a la altura de la Presa de Aguas Potables, donde la ciudad de Valencia toma un metro cúbico por segundo para su abastecimiento, el caudal vuelve a situarse en torno a los 10 metros cubicos por segundo gracias a los retornos de riego. Finalmente, la CHJ tiene autorizados 4,2 metros cúbicos por segundo a la Real Acequia de Moncada y cinco a las disminuidas Acequias de la Vega. En teoría, a partir de la Cassola o Repartiment, toda el agua disponible en el Turia debería estar repartida y no circular por el cauce nuevo, aunque es obvio que circula. La observación directa indica a que no son grandes cantidades de agua, aunque la imagen ofrecida no se corresponde con la de un modelo eficaz en la gestión del agua.

La urbanización de l’Horta y Valencia hace caer la demanda
Fuentes consultadas por Levante-EMV apuntaron a la posibilidad de que no se esté tomando del río Turia toda el agua que se solicita a la Confederación Hidrográfica del Júcar. «Las acequias de la Vega han perdido mucha superficie de riego por culpa de la expansión urbana, Moncada también, y además tiene depuradoras conectadas que complementan la demanda», dijeron.

«A veces se pide agua más por tradición que por una necesidad real, como si no llegar al límite de la concesión pudiera volverse en contra del titular del derecho algún día». Además, explican las fuentes, «la modernización del regadío ha reducido las demandas y la lejanía del último lugar donde es posible regular el agua -el embalse de Loriguilla- a los campos donde se concreta la demanda- l’Horta Nord y el entorno de Valencia- impide ofrecer caudales con mayor flexibilidad. No es posible cerrar de noche y abrir de día».

El agua de Loriguilla es usada por la comunidad de los Pueblos Castillo a través de tres acequias: Vilamarxant, Benaguasil y Lorca. A la altura de Paterna y Manises se producen detracciones en la Presa para Aguas Potables de Valencia, en el azud de la Acequia de Moncada y el del Repartiment o la Cassola, donde se toma el agua para las acequias del Tribunal de las Aguas.

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