Sesenta kilómetros de ruta permitirán recorrer la ribera del río Júcar

Grandes máquinas apisonadoras están ya trabajando. Han empezado por la Cañada Real de Pozo Rubio, acondicionando esta vereda y preparando el terreno por el que discurrirá parte de la senda de 60 kilómetros que se está habilitando para que ciclistas y senderistas vuelvan a disfrutar de la ribera del río Júcar.

Esta ruta es una de las principales actuaciones del Plan de Recuperación de la Ribera del Júcar. Una viejo plan, del que se lleva hablando más de una década, y que por fin ha empezado a hacerse realidad. Los operarios de la empresa Entorno y Vegetación S.A., adjudicataria de la obra, empezaron a trabajar en los últimos días del mes de mayo.

Las actuaciones previstas van encaminadas a la «rehabilitación natural» de la ribera del Júcar a su paso por La Gineta, Madrigueras, Motilleja, Albacete, Mahora y Valdeganga y a la creación de esta ruta de senderismo y cicloturismo que unirá la capital con el río, a través del carril bici de la Carretera de la Cuchillería y la Cañada de Pozo Rubio.

El jefe de Medio Natural, José Luis Fernández, confía en que las obras y plantaciones previstas estén listas para que el verano próximo los albaceteños puedan disfrutar algo más de su río, el Júcar.

Ahora, los operarios andan inmersos en el movimiento de tierras, pero pronto empezarán a trabajar en los descansaderos, donde se instalarán aparcabicicletas, porches de madera y mobiliario de recreo, que está previsto crear a lo largo del recorrido. En total, se habilitarán cinco áreas re- creativas y tres descansaderos.

La plantación, sin embargo, no empezará a hacerse hasta el otoño, una vez superados los rigores climatológicos del verano.

Junto al río

Precisamente, en el cruce de estas dos vías, del carril bici y de la cañada real, arranca la senda de 60 kilómetros, de los que unos 40 discurrirán junto al río siempre por la margen derecha aguas abajo.

El carril, de unos 3 metros de anchura, se está habilitando para ciclistas y senderistas aprovechando la vereda agropecuaria. Siguiendo la Cañada Real de Pozo Rubio, y después de cruzar la N-322 y la carretera de los Pinares, la senda conducirá a los paseantes al paraje de La Marmota, donde se harán algunas actuaciones de mejora como son unas barbacoas adecuadas en el paraje San Isidro y actuaciones de reforestación.

Recorridos los primeros 20 kilómetros del trayecto, y una vez se alcanza La Marmota, la ruta enlazará con la ribera del Júcar.

Río abajo, se abrirá una senda aprovechando los caminos públicos que existen y abriendo los nuevos tramos que sean necesarios. Desde La Marmota se podrá llegar a Valdeganga, pasando por Cuasiermas, El Torcío, Las Mariquillas o el Charco Azul.

El plan puesto en marcha contempla, además, la creación de descansaderos a lo largo de la ruta y de otros zonas más amplias para el ocio. Con ello se persigue ordenar los usos, para evitar que aquellos que visitan el río en su tiempo de ocio, dañen los parajes naturales, algunos ya degradados.

Las Mariquillas

En Las Mariquillas, paraje ubicado en el término municipal de Valdeganga, muy conocido y visitado por los albaceteños, se hará la actuación principal.

Aprovechando una explanada que se abre debajo del bar que hay en este paraje, se habilitará una zona de estacionamiento limitado para vehículos, desde donde partirá una senda de 400 metros especialmente adaptada para personas discapacitadas o con problemas de movilidad, que podrán así acercarse al río. En este lugar, se construirá una noria de agua, que será el eje de una especie de parque fluvial, pues a través de paneles se explicará a los visitantes cuáles eran los usos tradicionales del río Júcar o qué tipo de vegetación es la más frecuente en la ribera. A los pescadores, se les mejorarán los pasos de río que usan con más frecuencia, en este coto de Las Mariquillas.

Una paraje de alto valor

Desde Las Mariquillas, y pasando la zona de huertas de Valdeganga, se llegará a el Charco Azul, quizá el paraje natural de más alto valor de todo el recorrido, apenas conocido por los albaceteños, «salvo por los pescadores», pero de una gran belleza. En el Charco Azul, donde confluyen los ríos Júcar y Valdemembra, se habilitará una pasarela para acercarse al agua.

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