Cerdá pide al Gobierno el cierre de los pozos de sequía y las desaladoras

Con las reservas de los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía rebosantes de agua, puesto que almacenan algo más del doble que el año pasado, el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, pidió ayer al Gobierno central que se cierren los pozos de sequía y las desaladoras  .

«En estos momentos, cuando las reservas son suficientes en Entrepeñas y Buendía, no tiene sentido seguir utilizando los pozos de sequía porque éstos sólo se han de utilizar en períodos de necesidad, pero aquí terminó la sequía a principios de enero», subrayó a LA RAZÓN Cerdá, quien insistió en que «hay que dejar de utilizar los pozos desde el punto de vista medioambiental para preservar los acuíferos», dado que su sobreexplotación es uno de los mayores problemas ambientales de la cuenca del Segura.

Los embalses de Entrepeñas y Buendía acumulan a día de hoy 1.178 hectómetros cúbicos, por lo que están al 47,62 por ciento de su capacidad total de 2.474 hectómetros. Estos datos son tenidos en cuenta por la Consejería, cuyo titular aseguró que la Región de Murcia podría ahorrar 25 millones de euros si se abasteciera únicamente con el agua del trasvase Tajo-Segura y no de las desaladoras porque el supone un mayor coste económico para los ciudadanos.

«Si tenemos el agua más cara es porque hay un capricho político de que tenemos que abastecernos del agua de las desaladoras, mientras que en la cabecera del Tajo hay agua más que suficiente», así de rotundo lo aseveró el consejero Cerdá a este periódico.

El abastecimiento de los municipios que dependen de la Mancomunidad de Canales del Taibilla se complementa a día de hoy con 73 hectómetros cúbicos procedentes del trasvase Tajo-Segura y otros 54 hectómetros cúbicos de las desaladoras. No obstante, el precio que los murcianos tienen que pagar por un metro cúbico de una u otra agua es dispar, ya que el metro cúbico del Tajo-Segura cuesta 0,20 euros, mientras que el de la desaladora es de 0,70 euros. Por lo tanto, si la Región consumiera agua del trasvase en lugar de la desalación se podrían ahorrar 25 millones de euros, es decir, el agua se pagaría entre 10 y 11 céntimos más barata.

Las desaladoras que abastecen a los 2,5 millones de personas que residen en las localidades pertenecientes a la Mancomunidad del Taibilla son las de San Pedro 1, San Pedro 2 y Valedentisco, esta última tan sólo en parte.

Para Cerdá, estas infraestructuras «deberían de cerrar para que venga solamente agua del trasvase porque así se abarataría el precio del agua», además, se podrían reducir las disparatadas emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y el enorme coste que supone mantener las desaladoras.

Por otro lado, Cerdá afirmó que, hasta el momento, «no hay borrador ni hay nada» del Plan hidrológico de la cuenca del Segura, a pesar de que la Comisión Europea abrió un procedimiento de sanción a España por incumplimiento de la Directiva Marco del Agua, al no haber presentado aún los planes de cuenca. En este sentido, opinó que la ministra Espinosa «se tenía que haber preocupado mucho antes de que esto estuviera terminado».

El consejero indicó tras una reunión técnica que ahora se está elaborando un esquema de los temas más importantes del citado plan, pero añadió que hasta que no se convoque el Consejo del Agua de la cuenca, que de momento no hay fecha, no se puede discutir nada.

Asimismo, el balance que hace el plan de cuenca fija en 540 y 458 los hectómetros cúbicos que deben de venir del trasvase y desaladoras, respectivamente, pero el consejero del ramo criticó que estos datos «no son correctos y reales».

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