El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, ha criticado, en un comunicado, que el Gobierno socialista «no autorice inmediatamente un envío de agua al Segura por el temor que tiene el PSOE a perder las elecciones en Castilla-La Mancha, y por el compromiso que manifestó José Luis Rodríguez Zapatero con el presidente de C-LM, José María Barreda, el pasado fin de semana».

Cerdá, quien hizo estas declaraciones con motivo de la reunión que anteayer mantuvieron el Gobierno y el Comité de Crisis de la Cuenca del Segura, en donde se acordó aparcar el trasvase hasta después de las elecciones, hizo referencia a las declaraciones realizadas por Zapatero en el mitin que ofreció en Talavera de la Reina, «donde dijo que el Gobierno central no tomará ninguna decisión en materia de agua sin contar con el Gobierno de C-LM».

Lamentó, igualmente, que «los socialistas practiquen la especulación electoral con el agua, porque hay excedentes en los embalses de cabecera, 72 hectómetros cúbicos más que hace un año, cuando se aprobó un envío de 20 hm3 coincidiendo con la proclamación del secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, como candidato».

Por todo ello, acusó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández, de «poner en evidencia, una vez más, a Saura», tras conocer el resultado de la reunión.

Así, el titular de Agricultura y Agua lamentó que la reunión «haya sido tan sólo una foto, como ocurrió hace ocho meses», y consideró, en este sentido, que el PSOE «ha vuelto a primar los intereses de Castilla-La Mancha en contra de las necesidades reales de la Región», ya que, subrayó, «los cultivos no entienden de calendarios electorales y están al borde del colapso por la falta de agua».

«Los agricultores no van a tener tiempo de planificar las cosechas de este verano y aún no saben qué cantidad de agua vendrá –continuó– porque no ha habido ningún compromiso público sobre la cantidad de agua que se va a trasvasar». Según el titular de Agricultura y Agua murciano, «los socialistas practican la especulación electoral con el agua, porque hay excedentes en los embalses de cabecera». En concreto, afirmó que «Entrepeñas y Buendía almacenan actualmente 422 hm3, 182 por encima de la línea roja de los 240 hm3 que marca la ley para poder trasvasar».

En esta línea, insistió en que, en esa reunión, «las ministras de Zapatero ñen alusión a Cristina Narbona y Elena Espinosaí han dejado en evidencia su posición servil y sumisa a los intereses de partido y no a los intereses de la Región y de los murcianos».

Además, se preguntó «por qué tenemos que esperar un mes y por qué no demuestra el Gobierno central la defensa del interés general y practica la ambigüedad con el agua».

Por último, advirtió a Zapatero que «aunque no parezca importarle, es el presidente de todos los españoles y no puede eludir sus responsabilidades, como en el caso del agua, que además vienen claramente definidas en la Constitución».

“Es sorprendente que una consejería que se llama de Agricultura haga una planta desalinizadora, sorteando los requisitos de la Ley de Aguas respecto a la disponibilidad de los recursos para nuevas urbanizaciones”. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), el socialista José Salvador Fuentes Zorita, ha criticado duramente y ha puesto en evidencia con estas palabras el simulacro de inauguración que el presidente en funciones de la comunidad autónoma y candidato del PP, Ramón Luis Valcárcel (PP), a pocos días de la campaña electoral, de una desalinizadora en Escombreras, que no comenzaría a generar sus primeros hectómetros cúbicos de agua potable hasta 2008.

La planta no tiene conexión con el mar, no cuenta con los permisos preceptivos del ministerio de Medio Ambiente y tampoco ha pasado la declaración de impacto ambiental, según informa la edición de hoy del diario EL PAÍS.

«No sé lo que han podido inaugurar porque están en situación de alegalidad, ya que no tienen en orden ni la toma de agua ni el emisario, ni la concesión necesaria», ha afirmado Fuentes Zorita.

Por su parte, Valcárcel, tras pulsar un botón de una planta que dijo que estaba en “pruebas”, señaló que «con esta instalación aseguramos las demandas de los municipios, sin ningún tipo de sectarismo político”.
También la edición de hoy del diario ABC se hace eco de esta inauguración fantasma, afirmando que la Comunidad de Murcia “ya tiene capacidad para producir su propia agua desalinizada” y que los primeros caudales de la planta de Escombreras llegarán a los ayuntamientos “dentro de tres meses”. Según este periódico del Grupo Vocento, Valcárcel quiere “ejercer su propia autonomía para producir agua”, sin depender en exclusiva del ministerio de Medio Ambiente.

La desalinizadora es privada y ha sido alquilada por el Gobierno murciano por un periodo de 25 años y sus caudales irán destinados a nuevos desarrollos urbanísticos y turísticos de ayuntamientos en poder del PP, según ABC.

Valcárcel ha abierto un nuevo frente de batalla contra el Gobierno central, en esta ocasión una “guerra de desalinizadoras”, pues en connivencia con la generalidad valenciana, gobernada también por el PP, boicotea la construcción de la planta desalinizadora de Torrevieja, proyectada por el ministerio de Medio Ambiente y que abastecerá a decenas de municipios alicantinos y murcianos.