Albacete rechaza que la CHS use a su antojo sus aguas subterráneas

Un total de 18 entidades, entre administraciones, asociaciones, sindicatos, organizaciones agrarias comunidades de regantes y particulares de Albacete han presentado alegaciones al Esquema de Temas Importantes (ETI), aprobado recientemente por el Consejo del Agua de la Cuenca del Segura.
Como es sabido, la aprobación del ETI salió adelante sólo con los votos de los representantes de la propia Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y de los de la Administración Central. Según se explicaba desde la Junta de Comunidades, los gobiernos regionales votaron ‘no’ y el resto, o también votaron en contra, o bien se abstuvieron.
Pero hay más voces discrepantes desde Albacete. Por ejemplo, las de los principales ayuntamientos de la Sierra del Segura y la Comarca de los Campos de Hellín; la de las mancomunidades que los agrupan; sindicatos, como UGT; comunidades de regantes, como la veterana Juan Martínez Parras; organizaciones agrarias, como Ucaman; cooperativas, grupos de acción local y asociaciones ciudadanas de todo tipo se cuentan entre las alegaciones al ETI..
Incluso, desde un mismo ayuntamiento, como sucede en Tobarra o en Yeste, alegan tanto el equipo de Gobierno como la oposición. Y, pese a todos los matices y las enormes diferencias políticas que puede haber entre los respectivos alegantes, la inmensa mayoría hace hincapié en un mismo punto, la defensa de los acuíferos subterráneos de la parte albaceteña de la cuenca.
Detallar todos los argumentos empleados sólo en relación a este punto excedería, con mucho, los límites de un sólo artículo. Así, por ejemplo, el Grupo de Acción Local de la Sierra del Segura destaca que «aunque la propia CHS expone con rotundidad los problemas de sobreexplotación de las aguas subterráneas, el mismo organismo sigue apostando por la extracción de agua de los acuíferos en la cabecera de la cuenca».
SOBREEXPLOTACIÓN. Su alegación resalta que la propia CHS estima en 7.000 hectómetros cúbicos «la sobreexplotación acumulada en todas las masas de la cuenca» (ETI, página 103). Detalla, al mismo tiempo, los nombres de la veintena de acuíferos subterráneos en la parte baja de la cuenca que padecen graves problemas de sobreexplotación y recuerda que, paralelamente, los acuíferos de la parte alta, que son «los utilizados por el organismo de cuenca como recursos extraordinarios» son los menos estudiados por la CHS.
En definitiva, Grupo de Acción Local concluye que «si se ha hecho una deficiente planificación en las concesiones de recursos subterráneos en las cuencas media y baja no se puede intentar solucionar el problema con extracciones de los acuíferos de la Zona Alta».
Por todo ello, se pide la realización de estudios en profundidad sobre los recursos existentes antes de autorizar ninguna extracción de agua y, en todo caso «hasta que se lleve a cabo la revisión del Plan Especial de Sequías».
LA SITUACIÓN IRÁ A PEOR. Por su parte, la Asociación para la Protección de los Recursos Naturales de la Sierra del Segura también hace hincapié en que la propia CHS reconoce «que las aguas subterráneas del sudeste de Albacete están sobreexplotadas, que esta situación nos perjudica medioambiental y socioeconómicamente, y que la previsión para el futuro es que la situación va a empeorar».
Dicha asociación de ámbito comarcal señala que una consecuencia evidente de esta sobreexplotación es que «muchas fuentes han perdido caudal o se han secado». Por este motivo, se pide a la Confederación Hidrográfica del Segura «que no se utilicen nuestros acuíferos subterráneos para regar en las vegas media y baja mediante los mal llamados pozos de sequía, que no son otra cosa que un trasvase encubierto que expolia nuestras reservas».
Por eso, pide «garantías de clausura de los pozos de sequía e investigación y cierre de los pozos ilegales» y que se reconozca que «los innumerables pozos del Sinclinal de Calasparra afectan directamente al Anticlinal de Socovos», y que se proceda a recular «estas extracciones brutales de caudal para poner remedio al expolio de las reservas del acuífero y al descenso de caudal de las fuentes».    

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