Aragón pedirá la nulidad de los planes hidrológicos de Cataluña

El Gobierno de Aragón pedirá la nulidad de toda la planificación hidrológica de Cataluña por extralimitarse en sus competencias y romper la unidad de cuenca con el fin de asegurarse agua suficiente para abastecerse. Así lo aprobará el Consejo de Gobierno de mañana, que dará luz verde a las alegaciones que se presentarán al Plan de Gestión del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña (cuencas internas), que formará parte del plan de gestión del agua de Cataluña para el 2010-2015, y que la Generalitat tiene previsto autorizar por decreto.

El director del Instituto del Agua, Rafael Izquierdo, explica que Aragón alegará cuestiones competenciales, «puesto que Cataluña unifica toda su delimitación geográfica y planifica, como si fuera un todo, sobre todas las cuencas, incluidas las del Ebro y el Júcar». Advertirá sobre el caudal ecológico, ya que «sea cual sea la cifra, no pueden decidirlo unilateralmente». Y remarcará el hecho de que existen acuíferos compartidos.

Pero también recurrirá por el procedimiento seguido, ya que la aprobación de cualquier plan, incluso el de cuencas internas, debe obtener el visto bueno del Consejo Nacional del Agua. Y aquellos que afectan a determinadas cuencas, como la del Ebro, las competencias hidráulicas son del Consejo de Gobierno de las respectivas confederaciones, en este caso de la CHE.

«Si no hacen caso a estas alegaciones, las llevaremos al extremo que hagan falta», aseguran desde el Ejecutivo aragonés, en referencia al Ministerio de Medio Ambiente e, incluso, a los propios tribunales. Más aún si vulnera algún artículo del Estatuto aragonés, que establece una reserva hídrica suficiente para abastecimientos presentes y futuros.

POLÉMICOS CAUDALES Además, el Gobierno aragonés pedirá información sobre determinadas infraestructuras contempladas en este plan de la cuenca fluvial y sobre nuevas conducciones que conformarían una malla de canales que cubrirían el aumento previsto de demanda de agua, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona.

Entre ellas, llama la atención la reserva de agua prevista en el Canal Segarra-Garriges, del que acaba de adjudicarse el último tramo de obras. O las posibles interconexiones a la transferencia legalizada de caudales que desde los años 80 se realiza desde el Bajo Ebro a un total de 71 municipios y una treintena de industrias del Campo de Tarragona. «Unas interconexiones que amplían la distribución con agua del Ebro», recuerda el director del Instituto del Agua, quien habla de posibles uniones con la desaladora de Foix o con el Bajo Penedés.

Unas intenciones que recuerdan las recientes peticiones de minitrasvases de aguas de la cuenca del Ebro. Como la del 2008 a Barcelona, que finalmente cayó ante la llegada de la lluvia. O la aprobada en enero pasado para transferir caudales a cuatro municipios de Cataluña

Respecto al tema competencial, en el documento que ha salido a información pública se puede leer que «la Generalitat tiene competencias plenas (en el denominado distrito de cuenca fluvial) y es responsable de elaborar la planificación hidrológica y hacerla cumplir».

Mientras que Rafael Izquierdo insiste en que «la Ley de Aguas establece que el criterio a la hora de planificar es el de la delimitación geográfica. Y Cataluña va más allá y se extralimita porque planifica en la cuenca intracomunitaria del Ebro», añade.

El Plan de Gestión del Agua de Cataluña, una vez aprobado por la Generalitat, sustituirá al vigente Plan Hidrológico de las Cuencas Internas de Cataluña. Y se estructura en el Plan de Gestión del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña, el Programa de Medidas y las propuestas de gestión y medidas en relación con el Plan de Demarcación del Ebro. El viernes termina el plazo de alegaciones al Programa de Medidas y al Informe de Sostenibilidad, y en junio el del propio plan. Aragón recurrirá hasta entonces.

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