josé sierra | valencia El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene previsto dotar únicamente con un millón y medio de euros en este año su compromiso de inversión para la modernización del regadío tradicional del Júcar pese a que el Consejo de Ministros del pasado 21 de marzo consignó casi 50 millones para garantizarse el apoyo o, como finalmente ocurrió, la abstención de los regantes valencianos del Júcar, contrarios a las maniobras de ultima hora realizadas en torno a la redacción del Plan Hidrológico del Júcar.
Según anunció el Gobierno tras el último consejo de ministros de marzo, las actuaciones de modernización de regadíos afectarían en una primera fase a la Acequia Real del Júcar, Acequia de Escalona y Acequia de Carcaixent. En total ocho proyectos por un importe estimado de 29,8 millones de euros, «a ejecutar entre 2014 y 2016».
Una vez que concluyan estas obras está prevista una nueva actuación «prioritaria» para mejorar las redes de transporte y distribución en la Acequia Real del Júcar por un importe de 20,05 millones de euros, a ejecutar entre 2017 y 2019.
Ayer los regantes sufrieron una nueva decepción después de que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos redujera «a un millón o millón y medio» el dinero que puede ser liberado este año para los fines propuestos.
Habrá plan hoy
Federico Ramos participó ayer en una Junta de Gobierno de la Acequia Real del Júcar, visitó la exposición que conmemora los 750 años de historia de esta institución y se trasladó hasta el Azud de Antella, donde la secular infraestructura toma el agua del Júcar.
«Mañana por hoy aprobamos en Consejo de Ministros los dos ultimos planes de cuenca el del Jucar y el Segura con lo cual habremos cumplido en esta legislatura el objetivo de ponernos al dia y tener aprobados los 25 planes de cuenca que deberían estar aprobados en 2009», anunció.
La aprobación pondrá fin a la amenaza de la Union Europea de sanciones millonarias contra España por este incumplimiento.
Preguntado por el retraso acumulado también en las obras de modernización del regadío en el Júcar, Federico Ramos de Armas dijo que el Gobierno había hecho suya la demanda de la Comunidad Autónoma y de los regantes del Júcar, aunque decepcionó al asegurar que en momentos de «restricción presupuestaria» y pese a definirla como «la gran obra a impulsar», para este año solo habría una dotación de «un millón o millón y medio» y que las obras previstas y aprobadas, valoradas en 50 millones de euros no estarían finalizadas «hasta dentro de dos o tres anualidades».
La decepción se justifica en que la modernización inicial, comprometida en el marco del Plan Hidrológico de 1998 y reiterada más tarde a cambio de la cesión del embalse de Alarcón, apenas se ha ejecutado en un 50% pese a que deberían haber finalizado en 2009.
La mayoría de los proyectos están ya redactados y supervisados por la administración, pendientes únicamente de adjudicar. Otros están ejecutados en parte, con obras abandonadas que han sufrido saqueos. Los regantes creen que si hubiera una voluntad real de priorizar estas obras hubiera sido posible sacar un ambicioso paquete de actuaciones este mismo año.
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