Castilla-La Mancha avisa a Espinosa en medio de la tensión por el agua

Otra vez a la greña por el agua. Castilla-La Mancha y Murcia reavivan la tensión política tras el anuncio de un nuevo trasvase del Tajo al Segura que podría aprobarse este viernes.

2 de julio de 2008.  Las reacciones no se están haciendo esperar. Como era previsible, la petición de un nuevo trasvase al Gobierno realizada por la comisión de explotación del Tajo-Segura ha reavivado la ya tradicional guerra del agua entre Castilla-La Mancha y Murcia y ha vuelto a poner sobre la mesa el fuerte conflicto abierto entre los Gobiernos del socialista José María Barreda y del popular Ramón Luis Valcárcel, antagónicos en esta materia y pendientes ahora, una vez más, del Consejo de Ministros del próximo viernes.

El nuevo trasvase solicitado, como ha informado EL DIGITAL, incluye un total de 69 hectómetros cúbicos, de los cuales 35,5 serían para el regadío en la cuenca del Segura, una posibilidad que no gusta nada en Castilla-La Mancha, cuya posición oficial es la de nunca negarse a dar agua del Tajo para abastecimiento humano, pero rechazar cualquier trasvase para el riego.

Murcia quiere más

Así las cosas, los Ejecutivos de Barreda y Valcárcel han vuelto a la greña por esta polémica. El consejero de Agricultura y Agua de Murcia, Antonio Cerdá, aseguró ayer que el riego de socorro de 35,5 hectómetros cúbicos aprobado por la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, y que será elevado al próximo Consejo de Ministros, «alivia la sequía pero no resuelve la situación de escasez», según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado de prensa, aunque en todo caso, es valorado positivamente por el Gobierno murciano. 

El titular de Agricultura de Murcia realizó estas declaraciones tras presidir la toma de posesión del nuevo gerente del Ente Público del Agua (EPA), José Manuel Ferrer. Cerdá consideró que «hay un cambio de actitud del Gobierno central con los regadíos murcianos», aunque pidió «soluciones definitivas, permanentes y duraderas» para que los agricultores murcianos «puedan planificar sus plantaciones y cumplir sus objetivos».

El consejero murciano hizo referencia a las declaraciones del secretario de Estado de Agua y Medio Rural, Josep Puxeu, publicadas ayer en un diario nacional, en las que aseguraba que «en el Levante se utiliza el agua de manera racional» y apostaba por «mantener el trasvase Tajo-Segura y la agricultura del sureste español». Asimismo, coincidió con el responsable de Agua del Ministerio en que «condenar a desaparecer a la cuenca del Segura es un disparate como país». La posición del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero parece, por tanto, contraria a la de Barreda en esta materia.

Calificó Cerdá de «positivos» los cambios que se están produciendo en esta legislatura y criticó la actitud del Gobierno de Castilla-La Mancha en contra del trasvase Tajo-Segura al expresar su rechazo para atender las necesidades de abastecimiento y regadío de la Región de Murcia.

Castilla-La Mancha contra el trasvase y aviso a la ministra

Por su parte, el PSOE de Castilla-La Mancha se ha sumado este martes al rechazo al nuevo trasvase expresado por el Ejecutivo de Barreda. Así, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes castellano-manchegas, Santiago Moreno, se mostró «convencido» de que el Consejo de Ministros del próximo viernes, día 4, no aprobará un nuevo trasvase del Tajo al Segura ya que esta decisión sería «gravemente irresponsable».

A preguntas de los medios, en rueda de prensa, Moreno señaló que de aprobarse esta nueva derivación de agua, eso sería «un mal comienzo» para la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que llevaría aparejado «un recurso» de Castilla-La Mancha.

El diputado del PSOE aseveró que esta decisión «atenta contra los intereses de los castellano-manchegos», y apeló a la «sensatez» a la hora de adoptar una decisión como esta en una época en la que «no está para nada justificado» un trasvase de agua y su aprobación sería «una irresponsabilidad que nos puede hipotecar el futuro».

A su juicio, para tomar una decisión así habría que esperar a que haya agua suficiente, y añadió que los que tienen escasez de agua lo que tienen que hacer es «aprobar las fórmulas que les permitan tener agua suficiente y poner en marcha las desaladoras».

Modificar las leyes

De otro lado, Moreno animó al Ejecutivo central a modificar las leyes que regulan las confederaciones, algo que esperó se ponga a funcionar «este mismo año», ya que es «absurdo» que en el Estado de las Autonomías «nosotros no tengamos voz y voto» en materia hídrica.

Respecto a las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la caducidad del trasvase Tajo-Segura en 2015, el portavoz del Grupo Socialista señaló que «las posturas de todos son conocidas» y Castilla-La Mancha tendrá ahora que negociar su Estatuto de Autonomía -donde se recoge esa fecha- a partir también del mes de septiembre.

Además, criticó la postura de la presidenta regional del PP y secretaria general de ese partido, María Dolores de Cospedal, porque cuando se le pregunta por el asunto del agua «no sabe no contesta». Moreno insistió en que esta situación demuestra la «incompatibilidad» de intereses y competencias que tiene Cospedal.

A su juicio, la líder del PP está privada de la autonomía necesaria para defender los intereses de Castilla-La Mancha y, por ello, demandó que María Dolores de Cospedal se manifieste y diga «con mucha claridad» cuál es su postura ante el agua y la fecha de caducidad del trasvase en 2015.

El PP regional, crítico con Barreda

Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes, Ana Guarinos, manifestó este martes que falta una «política hidráulica clara» por parte de quien debería tener una estrategia nacional en materia de agua, que «además ha condenado a Castilla-La Mancha a soportar un trasvase».

A preguntas de los medios, durante la rueda de prensa que ofreció, la diputada del PP se pronunció de este modo sobre la propuesta que la Comisión de Explotación del Trasvase del Tajo-Segura elevó ayer al Consejo de Ministros para realizar un nuevo envío a Levante.

A pesar de ser preguntada varias veces por el mismo asunto, la portavoz de los parlamentarios populares «por prudencia» eludió realizar una valoración, e insistió en que de momento se trata solo de una propuesta, y que se pronunciará al respecto cuando el Consejo de Ministros haya emitido una resolución al respecto.

Guarinos defendió que lo que es «evidente» es que para que Castilla-La Mancha deje de tener problemas hídricos, es necesario una política nacional que permita a la región beneficiarse de los recursos de los que dispone.

Preguntada también sobre las afirmaciones realizadas por el presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, que, como hemos indicado, aseguró en una entrevista no tener claro que la fecha adecuada para la caducidad del trasvase Tajo-Segura sea el 2015, la portavoz de los parlamentarios del PP dijo que «no sorprende, porque Zapatero y el PSOE se han mantenido en una postura de mentira permanente, al igual que el presidente regional, José María Barreda, porque nunca han escuchado la propuesta de Castilla-La Mancha».

Para la diputada de Guadalajara «sorprende» también que el Gobierno central no tenga una alternativa en materia de agua, y que sacrifique sólo a Castilla-La Mancha. «Aquí había una solución, que era el Plan Hidrológico Nacional, y el PSOE fue quien acabó con ella y creo el problema», concluyó.

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