Choque de gobiernos en el Júcar

La Confederación Hidrográfica del Júcar ha invitado a todos cuantos tienen algo que decir y a unos pocos más a participar en la elaboración del nuevo Plan Hidrológico del Júcar.

J. Sierra, Valencia
La Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha ha advertido ya que impugnará en los tribunales cualquier regulación futura del río Júcar que mantenga la actual delimitación de la demarcación hidrográfica.
Castilla-La Mancha quiere ser la dueña del río Júcar y del Cabriel – pese a que no puede escapar de la tutela del Estado que presta la Confederación Hidrográfica del Júcar-haciendo valer su presunta supremacía territorial y ya ha advertido, pese al incipiente estado de tramitación del nuevo Plan Hidrológico del Júcar, que considera «imprescindible excluir (del plan) a todos los efectos las cuencas internas competencia de la Generalitat Valenciana, incluidas las costeras».
«Cualquier actuación en otro sentido acarrearía la nulidad del proceso, recurriéndose cualquier acto o disposición de planificación que se alcance sobre el citado ámbito territorial, en su formulación actual, por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha», añaden.
El conflictivo melón del nuevo PHJ ya está abierto y el gobierno de José Maria Barreda lo ha aprovechado para fijar posiciones. Y eso que hasta ahora no existe ningún documento técnico o de regulación y que ambas administraciones sólo se han visto las caras a través de sus aportaciones al ambicioso y completo proceso de participación pública que debe informar todo el proceso de elaboración del Plan. La posición de decenas de instituciones, colectivos, empresas, etc. están referidas al informe sobre la demarcación hidrográfica del Júcar elaborado en 2004 con motivo de la aplicación de la Directiva Marco del Agua.
Investigación
Al final, la pelea es por el territorio y de las alegaciones de Castilla-La Mancha se desprende que se va a luchar por cada kilómetro cuadrado de suelo, pantano o costa. paradójicamente, al final, del proceso, la autonomía que más metros cuadrados de cuenca hidrográfica del Júcar competencia del Estado tenga en su territorio, podrá ejercer un mayor control sobre el río.
El conflicto plantea situaciones llamativas. La primera es que la Generalitat Valenciana no dedica ni una línea en sus alegaciones a reivindicar sus competencias sobre los ríos «valencianos». La segunda es que en la pelea por ver quién que se queda- quien influye sobre- más cuenca hidrográfica del Júcar ha llevado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a solicitar «por fundamental», que se detalle «y justifique técnicamente la delimitación de la cuenca hidrográfica del Vinalopó, así como su inclusión en la Confederación Hidrográfica del Segura- posición de Castilla-La Mancha- o del Júcar». Dependiendo de la adscripción del seco Vinalopó, el Júcar podría acabar como río castellano-manchego o seguirá valenciano.
Un experto consultado ayer por Levante-EMV ironizaba al respecto: «Por lo visto vamos a tener que mandar una expedición científica para que investigue donde se encuentran las fuentes de nuestro Nilo particular», en alusión al Vinalopó.

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