El Gobierno desoye a la provincia y elimina 18.000 hectáreas de riego con el apoyo de regantes del Júcar

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, obvió ayer todos los pronunciamientos en contra de los regantes -salvo los usuarios del Júcar, todos expresaron su oposición- y anunció que elevará al consejo de cuenca de la Confederación la propuesta de suprimir los derechos de riego para 18.000 hectáreas de cultivos en el Vinalopó y l´Alacantí.
Una decisión contestada por los representantes de Alicante, Castilla-La Mancha, Castellón Aragón y el Consell, pero que no impidió que la CHJ siga adelante con un planteamiento que hipoteca el futuro del 37% de la agricultura de estas comarcas y amenaza el futuro de 35.000 empleos.
Finalmente la votación se producirá en el consejo del agua y, según Andrés Martínez, es posible que incluso se gane, pero ayer la desolación se apoderó de un sector que en los últimos dos años ha visto florecer la actividad gracias a la disponibilidad de agua. Un escenario muy diferente al de 2005, cuando los técnicos de la Confederación hicieron el informe en el que destacaron que las 18.000 hectáreas que hoy se quieren eliminar, y se encuentran en producción, estaban en barbecho por la sequía. Ángel Urbina, portavoz de la Federación Provincial de Regantes, acusó a los regantes de Valencia de «hacer lo de siempre, aprovechar para su beneficio las teorías de la exministra Narbona, la inventora de la dañina Nueva Cultura del Agua».
La consellera de Agricultura y Agua, Maritina Hernández, cuyo representante también se pronunció en contra, acusó al Gobierno de una «total falta de rigor y de haberse equivocado en sus cálculos». Hernández cifró en un total de 40.000 hectáreas las que se quedarán sin agua en la Comunidad. Consell y regantes consideran erróneo que se definan las demandas a partir del consumo de agua en un año concreto y no de la superficie regable.
Por su parte, Andrés Martínez, presidente de la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, se mostró rotundo al afirmar que «está claro que con la eliminación de las 40.000 hectáreas de regadío en la Comunidad Valenciana la recuperación del trasvase del Ebro es ya una quimera». Martínez sentenció que «lo de hoy -por ayer- ees un claro ejemplo de cómo el Gobierno se carga el trasvase del Ebro. A partir de ahora, los regantes del Júcar tendrán que pensarse muy bien la explicación que nos dan a todos».

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