El «Nobel del Agua» hace más daño a los intereses de la región

El catedrático de Ciencias Ambientales en la Universidad de Princeton (EEUU), Ignacio Rodríguez-Iturbe, afirmó ayer que «no tiene sentido excluir de un pacto nacional del agua ni al Ebro, ni al Tajo, ni incluso al Ródano» y añadió que este río «podría conectarse con el Ebro en Tortosa y convertirse en una estación intermodal hídrica para abastecer al levante español».

Iturbe hacía estas declaraciones momentos después de conocerse el informe solicitado por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura sobre la posible inconstitucionalidad de las previsiones en materia de aguas de la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla La Mancha, publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el pasado mes de abril. El informe, de los prestigiosos catedráticos de Derecho Administrativo Eduardo García de Enterria y Antonio Fanlo Loras, asegura que seis de los ocho artículos son «inconstitucionales» porque se arrogan, entre otras cosas, competencias del Estado.

Por otro lado, para el profesor venezolano Rodríguez-Iturbe, el trasvase del Ebro a la Comunitat Valenciana y Murcia podría llevarse a cabo «incluso en la peor de las sequías». En su opinión, esta transferencia es «perfectamente viable, tanto desde el punto de vista económico, como medioambiental o hidrológico».

Al respecto, indicó que la derogación del trasvase fue «un error», puesto que «la desalinización masiva no va a resolver los problemas de escasez de agua en las regiones afectadas por la sequía». En esta línea, añadió que puesto que el cambio climático «no va a hacer más que agravar esta situación, es absolutamente necesario retomar los trasvases como solución a los problemas hídricos de las zonas más necesitadas».

Por ello, Rodríguez-Iturbe consideró «imprescindible» alcanzar un pacto nacional del agua, aunque matizó que «no tendría tendría ningún sentido excluir del pacto los trasvases del Ebro, del Tajo y, por qué no, también el Ródano».

Tajo-Segura

Respecto al Tajo-Segura, el catedrático manifestó que el trasvase permite el abastecimiento de agua potable a más de un millón y medio de personas en época estival, así como el regadío de 55.000 hectáreas de cultivo y añadió que «gracias a la transferencia hídrica de una cuenca excedentaria a otra deficitaria se logra la supervivencia de una región de gran riqueza económica». «Todo un ejemplo de hidrosolidaridad», resaltó.

En este sentido, comentó que con el Ródano «podría ocurrir lo mismo», ya que «puede llegar a Tortosa y desde allí unirse al Ebro y convertirse en una estación intermodal hídrica desde la que abastecer al levante español».

Rodríguez-Iturbe está considerado por la comunidad científica como una «autoridad mundial» en asuntos relacionados con la planificación hidrológica. Ha sido asesor de la NASA en asuntos hídricos y, en 2002 recibió el Stockholm Water Prize, «conocido en el mundo científico como el Premio Nobel del Agua». El profesor Iturbe tiene más de 200 publicaciones sobre asuntos hídricos y una dilatada experiencia en asesoramiento a distintos países.

El doctor Rodríguez-Iturbe está especializado en hidrología superficial y actualmente imparte clases de Ingeniería Civil y Ambiental en la Universidad de Princeton. Sus últimas investigaciones están centradas en la Ecohidrología, y en sus diferentes visitas a España «se ha mostrado un firme defensor los trasvases como herramienta para solucionar problemas de escasez de agua en cuencas deficitarias y, concretamente, de la viabilidad del trasvase del Ebro a la Comunitat Valenciana y Murcia».

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