Elena Espinosa reclama a los agricultores compromiso con la sostenibilidad

Elena Espinosa ha hecho hoy estas declaraciones en la conferencia inaugural del Congreso Europeo sobre Agricultura de Conservación, que se celebra en Madrid hasta el próximo 7 de octubre con la participación de expertos nacionales e internacionales y representantes del sector agrario. La agricultura de conservación, ha señalado la ministra, es un sistema de producción respetuoso con el medio ambiente cuya práctica puede aportar muchos beneficios en el aprovechamiento del agua, en la lucha contra el cambio climático y en la recuperación de suelo fértil, así como en la conservación de la biodiversidad en España. La actividad agrícola tradicional libera una «gran» cantidad de gases efecto invernadero, ha recordado Elena Espinosa, antes de apuntar que la agricultura de conservación tiene dos grandes ventajas: es un «sumidero» de este tipo de gases y además produce menos emisiones de CO2 a la atmósfera. En este sentido, la ministra ha subrayado que aquellas zonas que cambien el laboreo convencional por la agricultura de conservación tienen un potencial como sumidero de carbono de aproximadamente 5,7 toneladas de CO2 por hectárea y año. Espinosa ha destacado que las políticas agrarias están empezando a tener en cuenta ese potencial de la agricultura porque es un sector «fundamental» al que, en el contexto de un mundo cada vez más poblado, se le pide que produzca más alimento y que sea un elemento sustancial en el proceso de construcción del territorio. Retos que la agricultura «debe conseguir» de una manera sostenible medioambiental, social y económicamente, ha afirmado la ministra en su intervención. Espinosa ha manifestado también la importancia que tiene el desarrollo de la agricultura de conservación para frenar la desertificación – que en Europa afecta a 157 millones de hectáreas -, la pérdida de biodiversidad y reducir el consumo de agua.

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