En septiembre se cumplen 45 años de la aprobación del trasvase

En la década de los 30 le llegó por primera vez el proyecto a Indalecio Prieto pero se inauguró en plena democracia siendo presidente Adolfo Suárez

18.02.13 – 01:04 –

M. SÁNCHEZ | ALBACETE.

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Parte de los empleados que hicieron el acueducto trabajaron décadas después en el túnel del Talave-Cenajo

Corría la década de los 30 cuando la idea del trasvase comenzó a tomar cuerpo. Allá por 1933 el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Manuel Lorenzo Pardo trasladó a Indalecio Prieto, ministro socialista, su proyecto que quedó plasmado en el Plan de Mejora y Ampliación de los Riegos del Levante.

Las crónicas de aquella época cuentan que el Gobierno pretendía con dicho plan potenciar la riqueza del campo albaceteño, valenciano, murciano, almeriense y alicantino. Para ello se apostaba por poner en funcionamiento, nada más y nada menos, que 338.000 nuevas hectáreas de regadíos en las cuatro provincias.

Pero tendrían que pasar unos 35 años antes de que el proyecto del Tajo-Segura comenzase a avanzar en firme. Y es que no fue hasta 1968, siendo ministro de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz, cuando se procedió a la aprobación definitiva del proyecto. El Consejo de Ministros del 13 de septiembre de aquel año ratificaba en firme esta iniciativa.

En septiembre

En plena ecuador de la próxima Feria de Albacete se cumplirán 45 años desde que el Ejecutivo de la Nación diese el visto bueno a un proyecto que con anterioridad, pero también con posterioridad, sufrió no pocas vicisitudes.

El inicio de las obras del Tajo-Segura, que serpentea por la geografía manchega y levantina durante 292 kilómetros, tendría que esperar aún un poco más. De hecho los trabajos para construir la faraónica infraestructura dirigida a derivar recursos hasta el sureste español no comenzaron hasta el año 1969. Unos años antes, en 1963, y en el albaceteño pantano del Cenajo el generalísimo Franco daba el visto bueno al ambicioso proyecto.

Las obras se enmarcaron ya en el II Plan de Desarrollo y su inicio fue celebrado por los que se estaban destinados a ser los receptores del agua procedente de Castilla-La Mancha. Prácticamente una década de obras fueron necesarias para que el moderno acueducto se terminase. Quedó finalizado en 1979 recién estrenada la democracia siendo presidente del Gobierno por UCD Adolfo Suárez.

El caprichoso azar o simplemente el curso de la vida quiso que, muchos años más tarde, algunos de los trabajadores que con esfuerzo y sudor levantaron el trasvase participasen también activamente en otra infraestructura hidráulica que ha generado no pocas polémicas en la provincia de Albacete. Se trata de la conducción entre los embalses del Talave y del Cenajo cuyas obras culminaron en la primavera del año 2008.

A buen seguro en este último caso los trabajos no se desarrollaron en las mismas condiciones de penosidad que los del Tajo-Segura. Algo lógico, por otra parte. No en vano varias décadas, y no pocos avances en mecánica y tecnología, separan uno de otro proyecto.

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