Hemos tenido que soportar, durante muchos años, que el Júcar es un río de Valencia, cuando el Júcar lo tenemos aquí

Tiene presente la fecha: el próximo 23 de noviembre hará tres años que asumió su responsabilidad como delegado provincial de la Junta de Comunidades, la que según explica ha sido su primera experiencia política. Modesto Belinchón, albaceteño de 42 años, llegó al cargo desde el Ayuntamiento, donde era jefe de servicio y a donde asegura que volverá cuando termine esta andadura marcada, sobre todo en esta última etapa, por la crisis económica y, muy pronto, por todo lo que supone la preparación de la cita electoral de 2011.

-¿Cuál es la función de un delegado de la Junta? ¿Es algo así como un ‘superdelegado’ que lo lleva todo?

-El delegado de la Junta tiene que ‘aterrizar’ menos en cada una de las cuestiones sectoriales de las delegaciones provinciales, pero debe coordinar el trabajo del conjunto de todas ellas. Además de representar al presidente en la provincia, tiene también una tarea de coordinación general sobre los delegados y competencias específicas. Ahora mismo, éstas son todas las atribuidas a Administraciones Públicas y Justicia y todas las que tiene la Consejería de Presidencia, que son, en este momento, ciencia y tecnología, seguridad y protección civil y la presencia en los órganos donde está representado el presidente.

-Hace poco que se ha producido la remodelación de las consejerías que ha tenido su reflejo en las delegaciones provinciales. ¿Cómo está funcionando el nuevo equipo?

-Más que nuevo equipo, lo que ha habido es una reestructuración. La coyuntura económica en la que nos encontramos determina también la estructura política. El presidente Barreda fue el primer presidente que reconoció la situación de crisis y que, además, actuó en consecuencia: ya en el año 2008 aplicó una reducción de 14 a 10 consejerías. Ahora, en esta segunda reducción, se ha pasado de 10 a siete, con lo que ha aumentado el nivel competencial de cada una de ellas. Esto obliga a un reajuste en las delegaciones que las consejerías tienen en la provincia, y dentro de ese reajuste ha habido cambios. Esta reestructuración lo que pretende es, primero, mantener la eficacia y eficiencia en la prestación de servicios públicos a los ciudadanos, ya que ninguna reducción puede suponer una merma en la prestación de estos servicios y, además, seguir los criterios de racionalidad y austeridad que ha aplicado el presidente Barreda.

Recolocación

-Hay quien ha criticado esa reducción porque no se considera tal, sino más bien una ‘recolocación’ de puestos. ¿Qué opina de ello?

-Es cierto que se critica, sobre todo desde las filas del Partido Popular, pero es una actitud demagógica. Cuando se hace una reestructuración de gobierno no se está hablando de personas, sino de puestos, de vacantes, y los puestos desaparecen. No se ‘recoloca’, sino que el presidente Barreda, por el trabajo que quiere hacer en Castilla-La Mancha, quiere rodearse de las personas que él cree que son las mejores, en estas circunstancias, para llevar adelante sus políticas, y eso es absolutamente legítimo y, además, lo que tiene que hacer.

-Uno de los nuevos puestos es el de Amaya Villanueva como delegada de Vicepresidencia y de Economía y Hacienda. ¿Qué competencias tiene?

-Economía y Hacienda tenía una coordinación provincial con un puesto de carácter más técnico. Ahora se ha creado esta Delegación porque en la coyuntura en la que estamos hay aspectos fundamentales de las políticas económicas a las que se ha comprometido el presidente Barreda que requieren de una representación política más contundente. Hay que estar cerca de las empresas y los empresarios, facilitar vías de financiación a las pymes, generar una mayor cobertura de seguridad para los autónomos, luchar contra el desempleo, y para todo ello hace falta generar actividad económica. Ese el propósito de esa Delegación.

-Hay aspectos que parecen estar compartidos con Empleo.

-Empleo se refiere más a las condiciones laborales de los trabajadores, a cuál es su nivel de protección social; también a generar planes específicos de empleo y formación, facilitando el camino a la plena integración laboral. Sin embargo, la dinamización económica previa a la generación de empleo la tiene que hacer Economía y Hacienda.

-Se habla también de una reducción de las empresas públicas dentro de ese objetivo de austeridad. ¿Cómo va a afectar a Albacete?

– La Junta tiene empresas públicas, fundaciones, consorcios, que son propios, y otros en los que está representada. En éstas últimas elimina su representación, aunque eso no implica la desaparición de la entidad. En las que son propias, algunas desaparecen o se refunden, o en base a ese principio de austeridad se reduce la presencia de miembros en todas las estructuras, lo que va a implicar la reducción de 94 a 50 organismos propios. En el caso de la provincia va a afectar a varios, pero todavía se está ‘cuadrando’, ya que no es fácil, con todas las entidades que hay. Lo que el Gobierno no pretende, en ningún caso, es que aquel consorcio, fundación u organismo público que esté desempeñando una tarea necesaria para la sociedad deje de hacerlo.

-Queda menos de un año para las elecciones autonómicas y municipales. ¿Cómo encaran esa cita? ¿Cree que la crisis les va a pasar factura?

-La encaramos con mucha confianza pero no de una forma ilusa. Estamos en una situación económica de una enorme dificultad que no se genera en Castilla-La Mancha ni en España sino que tiene un origen mundial y que además está globalizada. Sin embargo, nos está afectando de una manera pertinaz y contundente y, porque somos conocedores de las dificultades, estamos trabajando para solventarlas. Al mismo tiempo, tenemos una enorme confianza en las posibilidades de nuestra tierra, porque el Partido Socialista es el partido de Castilla-La Mancha, de Albacete. Hemos sido el partido de referencia durante la inmensa mayoría de los años de democracia de nuestra tierra; hemos generado las perspectivas de progreso y de futuro que hoy tiene Albacete y Castilla-La Mancha, hemos trabajado para desarrollar un futuro más prometedor. Por tanto, estamos confiados, creemos que hemos hecho un buen trabajo, pero la confianza hay que regenerarla y volver a conquistarla, y desde luego, en estos momentos de dificultad, tenemos que estar más comprometidos que nunca con los problemas de nuestra gente y con los retos que tenemos que asumir para encarar el futuro en mejores condiciones en asuntos como el agua.

-En cuanto al proceso interno del PSOE para elegir candidatos, ¿cuál va a ser el calendario?

-El calendario preelectoral y electoral lo marca el partido a nivel federal. Tenemos un comité federal convocado para el día 17 de julio, un fin de semana después del Debate sobre el Estado de la Nación, y a partir de ahí se aprobará el calendario de cara a las elecciones autonómicas y municipales. Llegaremos al mes de septiembre u octubre con la proclamación de candidaturas, y en enero y febrero se elaborarán las listas con las que iremos a la campaña del 22 de mayo de 2011.

Candidatura

-El secretario general de los socialistas albaceteños ya se ha pronunciado, de una forma bastante clara, respecto a la candidatura de Carmen Oliver a la alcaldía de la ciudad.

-Eso es algo que tendrá que decidir el partido en el momento en que toque decirlo. No es una cuestión de generar duda sino, simplemente, de responsabilidad. Si ahora estuviésemos ya proclamando candidaturas o adelantando un trabajo preelectoral sería una falta de responsabilidad hacia los ciudadanos y ciudadanas que nos han elegido para gobernar. El Partido Socialista en Albacete tiene alcaldesa, no necesita candidata. Tiene alcaldesa para trabajar y seguir gobernando, y ahora, a 11 meses de las elecciones, no sería responsable hablar de campaña o candidaturas, sino que tenemos que solucionar los problemas de la gente de verdad, que son muchos.

-¿Cómo ve el proceso iniciado en CCM? ¿Desaparece la Caja como la conocíamos hasta ahora?

-No desaparece; la Caja se integra en un proceso de fusión que va a reforzar la entidad. Va a entrar con otros mimbres económico-financieros, incluso directivos, pero mantendrá los criterios que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha siempre se le han pedido a cualquier proceso de fusión. Este es el primero que se inició, pero fíjese los que estamos viendo a nivel nacional: está habiendo procesos de fusión, integración y absorción por parte de muchas cajas, y parece que para la señora De Cospedal el único problema es en CCM. Yo aprovecharía para pedirle, en este asunto, que abandone la política de tierra quemada: no puede estar permanentemente agrediendo a Castilla-La Mancha para intentar sacar un puñado de votos, tiene que actuar con responsabilidad y después ya habrá unas elecciones donde intentaremos convencer, plantear argumentos para que la gente decida a quién quiere votar.

-Las Cajas han iniciado ese proceso de fusión, pero CCM partía de una situación distinta, porque no todas han sido intervenidas por el Banco de España.

-Así es, con CCM se intervino por parte del Banco de España, lo cual le dio un mayor nivel de seguridad a lo que importa, que son los trabajadores, ahorradores e impositores. Aunque fue la primera, después han sido intervenidas otras Cajas, como Cajasur. Esa intervención en CCM ha determinado en algún grado el proceso de fusión, pero ese proceso era irremediable, había que hacerlo porque la situación de estas entidades en España tenía que cambiar y, de hecho, está cambiando. Cambia por la propia necesidad de las estructuras financieras, por esta situación de crisis económica en la que nos encontramos. Por tanto, es un proceso que, quizás, se aceleró con la intervención del Banco de España, una intervención, en mi opinión, de dudosa inteligencia. No hay elementos diferenciadores o distintivos que hagan peor el proceso de CCM que cualquier otro. Y en el resto de fusiones, los responsables políticos del PP están votando que sí, lo están aceptando.

-El PP considera que no se ha llegado al fondo de las responsabilidades, si es que las hubo, en la gestión de la Caja, y que eso se debe a la utilización de la mayoría que tiene su partido para evitarlo.

-Eso no es cierto. Al fondo de la situación de CCM quien tiene que llegar es el Banco de España. Esta Caja está intervenida: ha sufrido la auditoría y el proceso de investigación más profundo que se ha hecho en ninguna entidad financiera, y lo ha hecho el propio Banco de España. Ha habido sanciones, resoluciones sobre esto. Sin embargo, el PP lo que quiere es enredar, darle a todo un tinte de oscuridad.

-Aludía al agua como uno de los temas estratégicos para Castilla-La Mancha. ¿Qué está haciendo la Junta para agilizar los planes de cuenca que afectan a la provincia?

-Ahora el trabajo, una vez que el proyecto de Estatuto fue retirado, va a ir cuenca a cuenca, como ya dijo el presidente. Es una labor que tiene que ver con las necesidades y peculiaridades de cada uno de los ríos y el trabajo y la planificación hidrográfica que se está realizando. Como muestra un botón: hace escasas fechas se llegaba al cierre de los pozos abiertos a través del Decreto de Sequía del año 2005, algo que estábamos pidiendo desde Castilla-La Mancha reiteradamente, incluso por vía judicial. Nosotros no queremos dirigir ni manipular las cuencas; sólo decimos que el mismo derecho que tienen los otros a crecer y a desarrollarse lo tenemos nosotros. A la gente se le olvida que si ha habido un territorio solidario en esta materia ha sido Castilla-La Mancha: llevamos más de 30 años trasvasando agua. Hemos tenido que soportar, durante muchos años, que el Júcar es un río de Valencia, cuando el Júcar lo tenemos aquí: todos nos hemos bañado en este río, hemos ido a coger cangrejos, a pasear, y nos decían que no era nuestro. Son situaciones injustas que el presidente Barreda y el Gobierno de Castilla-La Mancha no van a consentir.

-El Día de la Región recogieron un manifiesto de la plataforma en contra del ATC en el municipio valenciano de Zarra, que está muy cerca de Albacete.

-El presidente ha manifestado, clara y rotundamente, que no queremos un cementerio nuclear en Castilla-La Mancha. Nos solidarizamos y corresponsabilizamos con los ciudadanos que viven en Carcelén, en Almansa, a pocos kilómetros de ese posible ATC. Desde un punto de vista institucional no podemos pedir o decidir sobre un territorio que no sea Castilla-La Mancha, pero yo no querría tener un almacén de residuos nucleares a siete kilómetros de mi pueblo.

-¿Entiende la postura contraria, la de quienes sí lo quieren porque lo ven como una fuente de trabajo y de riqueza para el municipio?

-Sí lo entiendo, pero están confundidos. Algo que a la larga va a repercutir en el turismo, en la imagen, incluso en las condiciones medioambientales de un pueblo, no es invertir en futuro. Quien hoy ostenta una representación política no puede estar pensando en cuatro años, esto no es ser presidente de un club de fútbol, donde tienes que ganar la liga del año siguiente; esto es intentar representar los intereses, necesidades y sueños de mucha gente y hay que pensar a largo plazo. El alcalde de Zarra tiene que pensar en el Zarra que le quiere dejar a sus hijos.

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