Hace menos de un mes que el teniente coronel, Jesús Manuel Rodrigo (Almuradiel, 1970), tomó el relevo de Pedro Blanco como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil. Al frente de un equipo de más de 800 agentes, su misión es garantizar la tranquilidad a los ciudadanos de la provincia.
¿Qué situación se ha encontrado en la Comandancia?
La impresión es muy positiva, la unidad tiene buenos profesionales que están haciendo un muy buen trabajo. Aunque la provincia aún no he tenido la oportunidad de visitarla al completo, sí que he estado ya en algunas unidades y en principio todo es bastante satisfactorio. He tenido muy buena acogida tanto por parte de los representantes institucionales, como de algunos conocidos que tengo en Albacete.
¿Qué índice de delincuencia tienen la provincia de Albacete?
La tasa de criminalidad de Albacete está 11 puntos por debajo de la media nacional, estamos en 33 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. A la vista de estos datos podemos decir que ésta es una provincia bastante segura.
En 2013, realizaron 1.637 detenciones, un seis por ciento más que en 2012. Este aumento ¿se debe a que se cometieron más delitos o a que se esclarecieron más?
En la lucha contra la delincuencia el primer objetivo es que se produzcan menos infracciones penales. Como decimos, la tasa de criminalidad es baja, pero además en el último año se han reducido en torno a un cinco por ciento los delitos cometidos. Y a pesar de que el número de delitos ha bajado, el número de detenidos ha subido en unas 100 personas, algo más de un seis por ciento. Lo fundamental es la calidad de las detenciones, tenemos que insistir en aportar el máximo de material probatorio para que la autoridad judicial pueda decretar el ingreso en prisión de los detenidos.
¿Qué tipo de infracción es la que más preocupa a la Guardia Civil en estos momentos?
Esta es una demarcación eminentemente rural y lo que más nos preocupa son los robos en explotaciones agrícolas porque además del perjuicio económico directo que provocan por los daños que ocasionan al entrar en la explotación y el valor de los efectos sustraídos, hay otras consecuencias colaterales como son los daños que se producen al no poder regar las cosechas. Esas circunstancias tratamos de reflejarlas en las diligencias, para que se hagan constar los daños y en caso de que el robo se esclarezca que el juzgado tenga conocimiento.
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