La Comunitat Valenciana dispone todavía de 121.528 hectáreas de regadío en las que se sigue practicando el tradicional «riego a manta»,

La Comunitat Valenciana dispone todavía de 121.528 hectáreas de regadío en las que se sigue practicando el tradicional «riego a manta», lo que supone, una mayor «ineficiencia» y un consumo de agua más elevado, según los expertos, matizado por las grandes beneficios medioambientales que este tipo de riego genera en los humedales costeros valencianos en muchos acuíferos.
Las algo más de 120.000 hectáreas representan un 40,6% de la superficie regable valenciana y en el contexto nacional se sitúa en un lugar intermedio, aunque muy por encima del de Murcia, comunidad que también reclama trasvases para paliar su escasez de agua, o de Andalucía y Castilla-La Mancha.
Las cifras fueron dadas a conocer ayer por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Fenacore, y tienen como fuente la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce).
El presidente de esta institución, Andrés del Campo, reclamó ayer al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, un paquete de medidas para amortiguar el encarecimiento de la factura eléctrica de los regantes, que oscila notablemente según el método de riego empleado.
Los regantes han solicitado una nueva prórroga de seis meses de la tarifa especial de riego hasta la entrada en vigor de las nuevas tarifas eléctricas. Fenacore persigue que el Ejecutivo disponga del tiempo necesario para elaborar unas tarifas específicas.
Aseguran que las nuevas tarifas son «abusivas» y pueden suponer incrementos en la factura de entre el 20 y el 40% que, paradójicamente, penalizarían a quienes han modernizado su regadío aplicando el riego localizado que tiene mayor consumo eléctrico que el de por gravedad.
En el territorio nacional el riego por goteo supone el 44,7% del total, aunque hace apenas ocho años, en 2000, representaba el 17%.
En la Comunitat Valenciana se ha alcanzado un porcentaje de riego localizado del 58,52%, sólo superado por Canarias (73,5%), Andalucía (71,73%) y Murcia (77,08%).
Las comunidades autónomas más retrasadas en la incorporación de nuevas tecnologías de riego son, según puede verse en el cuadro adjunto, Castilla-León, con apenas un 3,92% y Aragón con un 10,93%.
En la vecina comunidad de Castilla-La Mancha el porcentaje de riego localizado se aproxima ya, con un 54,7%, al de la Comunitat Valenciana.

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