Recorte de un 40% del agua para beber del trasvase del Tajo

El Ministerio de Medio Ambiente ha recortado durante el primer semestre del recién iniciado 2011 un 40% la dotación de agua para consumo urbano que llega a la provincia del trasvase Tajo-Segura -54 municipios, entre ellos Alicante y Elche-, y sustituirla por agua desalada, tres veces más cara. Una situación forzada por el contrato que mantiene la Mancomunidad de Canales del Taibilla con las desaladoras, a las que tiene que comprar agua todos los años, haya más o menos reserva en los embalses.
La coyuntura actual resulta mucho más difícil de explicar en un contexto de abundancia de agua en la cuenca del Tajo. Los embalses de Entrepeñas y Buendía almacenan, según datos de esta misma semana, un total de 1.109 hm3, más del doble que enero de 2010 (466 hm3), cifra que está muy por encima de la reserva estratégica a partir de la cual no se puede tocar el trasvase (240 hm3).
La obligación de que Alicante y Murcia tengan que seguir comprando agua desalada para consumo urbano sin que la situación sea de emergencia, contrasta con lo que ocurre en Cataluña, donde se ha parado la producción de agua dulce en la desaladora de Barcelona debido a que en la cuenca de los ríos Llobregat y Ter hay recursos de sobra.
La comisión de explotación del Tajo-Segura decidió en su última reunión autorizar hasta el próximo mes de junio el trasvase de un total de 43 hm3 para abastecimiento, cuando en realidad, y por ley, al Taibilla le corresponderían 72 hm3, aproximadamente la mitad de lo que reciben durante un año entero. El resto se completará con agua desalada que se paga a 0,65 euros el metro cúbico por los 0,20 euros por metro cúbico del agua trasvasada desde el Tajo.
El Taibilla no repercutirá este año el sobrecoste del agua desalada a los ayuntamientos (la tarifa se ha congelado en 0,58 euros), pero seguirá pagando el caudal mucho más caro, pese a haber reservas, según denuncia José María Benlliure, director general de Agua de la Generalitat, quien afirma que ha tratado, sin éxito, de convencer a la comisión de explotación sobre lo absurdo de esta medida. «Yo estoy a favor de las desaladoras como complemento del abastecimiento cuando hay sequía, pero es que, ahora mismo, las reservas están mejor que nunca , por lo que no tiene ningún sentido imponernos el uso de agua desalada. La persona que firmó ese contrato sin flexibilidad alguna estaría despedida en cualquier empresa normal», subrayó.
Benlliure recordó, por otro lado, la necesidad que «tiene la Mancomunidad de Canales del Taibilla de capitalizarse para cuando tenga que recurrir al agua desalada por necesidad. Si se gasta ahora el dinero en pagar un recurso prescindible y mucho más caro, luego no habrá dinero para afrontar situaciones de emergencia». El director general, miembro de la comisión de explotación denunció, por otra parte, que «todo esto aporta más presión al trasvase y el tema irá a peor cuando entre en servicio la planta de Torrevieja y se inyecten 40 hm3 más a la red. La conclusión no será otra que la de ir reduciendo los envíos del Tajo».

Legislación
La ley del trasvase establece que Alicante y Murcia reciban todos los años 600 hm3 del Tajo, de los que 400 hm3 van para riego y el resto para abastecimiento urbano. El Tajo-Segura está sometido a múltiples ataques en los últimos tres años, justo desde que el Gobierno castellano-manchego optó por reclamar su cierre. Se han ido salvando los diferentes escollos, pero la realidad actual es que el Ministerio de Medio Ambiente sigue recortando los recursos hídricos que envía a la cuenca del Segura. Amparado en los contratos y en la propia filosofía del Programa Agua, que sustituyó al trasvase del Ebro por la construcción de una red de desaladoras. En el texto de derogación de la obra en el Plan Hidrológico Nacional se fijó, negro sobre blanco, que la dotación de agua desde Entrepeñas y Buendía al Tajo-Segura se iría sustituyendo a medida que aumentara la disponibilidad de agua desalada, más cara y cuya producción dispara el consumo energético, según vienen denunciando desde 2004 la Generalitat y el Instituto Universitario de Geografía.

Los embalses de la cuenca del Júcar, en máximos históricos
La Confederación Hidrográfica del Júcar anunció ayer que las lluvias del último año y la buena gestión de los caudales ha provocado que los embalses de la cuenca almacenen un total de 1.738 hm3, el 52% de su capacidad. Un porcentaje que en comarcas como la Marina Baixa (14 hm3) mejoran la media de los últimos 20 años y garantizan suministro hídrico para todos los usos durante todo el año. En enero de 2010 el agua embalsada alcanzaba los 1.115 hm3, por lo que actualmente los pantanos cuentan con 622,9 hm3 más que hace doce meses.
La lluvia recogida durante 2010 fue muy beneficiosa porque se concentró, además, en las cabeceras de los ríos Júcar y Turia, cambiando la tendencia de los últimos años, cuando las precipitaciones se concentraban en la costa y gran parte del agua acababa en el mar. La precipitación media en 2010 fue de 543 litros/m2 convirtiendo el año en el cuarto más lluvioso de la historia en la cuenca del Júcar.

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