En total el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.474 hectómetros cúbicos, lo que supone 7.917 hm3 menos que el pasado año y 8.177 hm3 menos que en la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados ayer por el ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Tajo es la que más ha disminuido su reserva en relación a los niveles de la semana pasada, con 31 hm3 menos, situándose al 40,9 por ciento de su capacidad, mientras que la cuenca del Júcar aumenta 36 hm3.

Con mayor caudal embalsado se encuentran las del Norte III (País Vasco excepto cuencas internas) que descienden al 81,7 por ciento de su capacidad; las cuencas internas del País Vasco, que permanecen al 71,4 por ciento; las del Norte II (Asturias y Cantabria) caen al 58,2 por ciento y las del Guadiana (Castilla-La Mancha y Extremadura) al 54,4 por ciento.

Ya por debajo del 50 por ciento se encuentran las del Norte I (sur de Galicia y norte de León) al 44,2 por ciento; la cuenca del Tajo que se sitúa al 40,9 por ciento; la del Ebro al 41,1 por ciento; la Cuenca Atlántica Andaluza que se sitúa al 25,4
por ciento de su capacidad total; la del Guadalquivir al 35,2 por ciento y las de Galicia Costa que se encuentran al 33 por ciento.

En situación más crítica, la Cuenca Mediterránea Andaluza que sitúa su capacidad total al 25,4 por ciento; la cuenca del Júcar al 20 por ciento y la del Segura al 14,3 por ciento.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada actualmente es de 22.474 hm3. De éstos, 18.153 se encuentran en la vertiente atlántica, mientras que 4.321 pertenecen a la vertiente mediterránea.

En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.653 hectómetros cúbicos, lo que supone 8.201 hm3 menos que el pasado año y 7.260 hm3 menos que la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados esta mañana por el ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Norte I es la que más ha disminuido su reserva en relación a los niveles de la semana pasada, con 25 hm3 menos, situándose al 45,3 por ciento de su capacidad, mientras que la cuenca del Júcar ha aumentado ocho hm3.

Con mayor caudal embalsado destacan las cuencas internas del País Vasco, que permanecen al 71,4 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto cuencas internas), que aumentan al 73,2 por ciento de su capacidad; y las del Norte II (Asturias y Cantabria) al 64,8 por ciento.

Les siguen la Cuenca del Guadiana, que permanece en el 54,5 por ciento; las cuencas del Duero, que bajan al 52,6 por ciento; la Cuenca del Norte I (sur de Galicia y norte de León), que cae al 45,3 por ciento; y la cuenca Atlántica Andaluza que baja al 38,9 por ciento.

También por debajo del 50 por ciento de su capacidad se encuentran la Cuenca del Ebro (40,4 por ciento); la del Tajo (41,5 por ciento); Galicia Costa al 33 por ciento; la Cuenca del Guadalquivir al 35,3 por ciento; y las cuencas internas de Cataluña que se reducen al 26,6 por ciento.

Mientras, en las zonas más secas del país los embalses del Segura aumentan situándose al 14,3 por ciento, se mantienen los del Júcar, que se encuentran al 18,8 por ciento, y por su parte, los de la cuenca mediterránea andaluza permanecen al 24,4 por ciento.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada actualmente es de 22.653 hm3. De éstos, 18.418 se encuentran en la vertiente atlántica, mientras que 4.235 pertenecen a la vertiente mediterránea.

La reserva hidráulica continúa su ritmo de descensos de los últimos meses, tras su interrupción la semana pasada cuando aumentó en 269 hm3. En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.693 hectómetros cúbicos, lo que supone 6.930 hm3 menos que el pasado año y 6.702 hm3 menos que la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados esta mañana por el ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Duero es la que más ha disminuido su reserva en relación a los niveles de la semana pasada, con 74 hm3 menos, situándose al 52,7 por ciento de su capacidad, mientras que la cuenca del Segura ha aumentado 7 hm3.

Con mayor caudal embalsado destacan las cuencas internas del País Vasco, que permanecen al 71,4 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto cuencas internas), que también continúan al 71,8 por ciento de su capacidad; y las del Norte II (Asturias y Cantabria) que descienden al 66,1 por ciento.

Les siguen la Cuenca del Guadiana, que permanece en el 54,4 por ciento; las cuencas del Duero, que bajan al 52,7 por ciento; la Cuenca del Norte I (sur de Galicia y norte de León), que cae al 46,1 por ciento; y la cuenca Atlántica Andaluza que baja al 39,1 por ciento.

También por debajo del 50 por ciento de su capacidad se encuentran la Cuenca del Ebro (40,3 por ciento); la del Tajo (41,6 por ciento); Galicia Costa al 33,6 por ciento; la Cuenca del Guadalquivir al 35,3 por ciento; y las cuencas internas de Cataluña que se reducen al 27,4 por ciento.

Mientras, en las zonas más secas del país los embalses del Segura aumentan situándose al 14,3 por ciento, se mantienen los del Júcar, que se encuentran al 18,6 por ciento, y por su parte, los de la cuenca mediterránea andaluza desciencen al 24,4 por ciento.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada actualmente es de 22.693 hm3. De éstos, 18.465 se encuentran en la vertiente atlántica, mientras que 4.228 pertenecen a la vertiente mediterránea.

En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.831 hectómetros cúbicos, lo que supone 5.666 hm3 menos que el pasado año y 6.077 hm3 menos que la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados esta mañana por el ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Duero es la que más ha disminuido su reserva en relación a los niveles de la semana pasada, con 78 hm3 menos, situándose al 53,7 por ciento de su capacidad, mientras que la cuenca del Tajo ha aumentado 204 hm3.

Con mayor caudal embalsado destacan las cuencas internas del País Vasco, que permanecen al 71,4 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto cuencas internas), que aumentan al 71,8 por ciento de su capacidad; y las del Norte II (Asturias y Cantabria) que descienden al 67 por ciento.

Les siguen las cuencas del Duero, que bajan al 53,7 por ciento; la Cuenca del Norte I (sur de Galicia y norte de León), al 47,2 por ciento; la Cuenca del Guadiana, que desciende al 54,4 por ciento; y la cuenca Atlántica Andaluza que aumenta al 39,2 por ciento.

También por debajo del 50 por ciento de su capacidad se encuentran la Cuenca del Ebro (40,4 por ciento); la del Tajo (41,8 por ciento); Galicia Costa al 33,2 por ciento; la Cuenca del Guadalquivir al 35,2 por ciento; y las cuencas internas de Cataluña que se reducen al 27,8 por ciento.

Mientras, en las zonas más secas del país los embalses del Segura aumentan situándose al 13,7 por ciento, se mantienen los del Júcar, que se encuentran al 18,6 por ciento, y por su parte, los de la cuenca mediterránea andaluza al 24,5 por ciento.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada actualmente es de 22.831 hm3. De éstos, 18.601 se encuentran en la vertiente atlántica, mientras que 4.230 pertenecen a la vertiente mediterránea.

En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.562 hectómetros cúbicos, lo que supone 4.079 hm3 menos que el pasado año y 5.720 hm3 menos que la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados esta mañana por el Ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Duero es la que más ha disminuido su reserva en relación a los niveles de la semana pasada, con 76 hm3 menos, situándose al 54,7 por ciento de su capacidad, mientras que la cuenca del Segura ha aumentado 2 hm3.

Con mayor caudal embalsado destacan las cuencas internas del País Vasco, que caen al 71,4 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto cuencas internas), que disminuyen al 70,4 por ciento de su capacidad; y las del Norte II (Asturias y Cantabria) que descienden al 67,9 por ciento.

Les siguen las cuencas del Duero, que bajan al 54,7 por ciento; la Cuenca del Norte I (sur de Galicia y norte de León), al 47,5 por ciento; la Cuenca del Guadiana, que desciende al 54,1 por ciento; y la cuenca Atlántica Andaluza que se reduce al 38,9 por ciento.

También por debajo del 50 por ciento de su capacidad se encuentran la Cuenca del Ebro (39,4 por ciento); la del Tajo (40 por ciento); Galicia Costa, que desciende al 32,7 por ciento; la Cuenca del Guadalquivir que cae al 34,6 por ciento; y las cuencas internas de Cataluña que se reducen al 28,4 por ciento.

Mientras, en las zonas más secas del país los embalses del Segura aumentan situándose al 13,4 por ciento, se mantienen los del Júcar, que se encuentran al 18,4 por ciento, y por su parte, los de la cuenca mediterránea andaluza caen al 24,5 por ciento.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada actualmente es de 22.562 hm3. De éstos, 18.410 se encuentran en la vertiente atlántica, mientras que 4.152 pertenecen a la vertiente mediterránea.

En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 22.809 hm3, lo que supone 3.019 hm3 menos que el pasado año y 5.117 hm3 menos que la media de los últimos 10 años, según los datos facilitados hoy por el Ministerio de Medio Ambiente.

Por cuencas, la del Tajo es la que más ha disminuido su reserva una semana más, con 101 hectómetros cúbicos menos, situándose al 40 por ciento de su capacidad total.

Entre las cuencas de mayor caudal embalsado, destacan las del Norte III (País Vasco excepto sus cuencas internas) que pasan del 73,2 por ciento la semana pasada, a situarse al 71,8 por ciento de su capacidad; las cuencas Internas del País Vasco que se encuentran al 71,4 por ciento; las del Norte II (Asturias y Cantabria) que se sitúan al 69,5 por ciento, la cuenca del Duero que diminuye hasta situarse al 55,7 por ciento de su capacidad total y la cuenca del Guadiana (Castilla-La Mancha y Extremadura) que disminuye ligeramente hasta situarse al 54,3 por ciento.

Por debajo del 50 por ciento se encuentra la cuenca Norte I (sur de Galicia y norte de León) al 48,8 por ciento; la cuenca del Ebro, que alcanza esta semana el 40,3 por ciento de su capacidad; la cuenca del Tajo, al 40 por ciento; la cuenca Atlántica andaluza que cae hasta el 39,4 por ciento; la cuenca del Guadalquivir que alcanza el 34,7 por ciento de su capacidad, y Galicia Costa que esta semana se sitúa al 33,8 por ciento.

Entre las zonas más secas del país destaca una semana más, la cuenca del Segura, que aunque se recupera ligeramente se encuentra al 13,2 por ciento de su capacidad total. Le siguen la cuenca del Júcar, que se mantiene en los mismos niveles que la semana pasada, al 18,4 por ciento; la cuenca Mediterránea Andaluza, al 25 por ciento y las cuencas internas de Cataluña que están al 28,9 por ciento de su capacidad.

La capacidad total de las cuencas españolas es de 54.148 hectómetros cúbicos de reserva, aunque la cantidad de agua embalsada esta semana alcanza los 22.809 hm3. De estos, 18.586 corresponden a la Vertiente Atlántica y 4.223 a la vertiente Mediterránea.

Desde la Federación Nacional de Comunidades de Regantes han recordado que las competencias hidrográficas de cuencas intracomunitarias pertenece al Estado y no a las comunidades autónomas, para evitar así, «la instrumentalización» del uso del agua y las «guerras» han declarado desde FENACORE.

La Federación ha tildado de «error político» que los Estatutos de las comunidades autonómicas regulen una competencia que compete al Gobierno. Además, han advertido que estas actividades pueden terminar con el modelo tradicional de gestión por cuencas hidrográficas, del que España es pionera.

Este nuevo modelo, donde las comunidades autónomas quieren asumir competencias exclusivas sobre el control de los recursos hídricos, puede, según FENACORE, derivar en un modelo «insolidario».

Es por ello que desde la Federación han abogado por un gran «pacto político» basado en los criterios de sostenibilidad, racionalización económica y solidaridad territorial que garantiza el agua en zonas deficitarias y el desarrollo económico en todas las partes de España.

La confrontación por el agua ya tiene su reflejo en el anuncio de diversas comunidades autónomas de interponer recursos ante el Tribunal Constitucional contra los Estatutos de otras regiones por considerar que pretender privarles de sus derechos sobre el agua.

Por su parte desde la Asociación de Comunidades de regantes de Andalucía, FERAGUA han dicho que este traspaso de competencias puede «ser positivo» si en efecto sirve para «acercar la gestión hidráulica al territorio y mejorar la gestión sostenible y eficiente del agua».

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, ha insistido en que las últimas lluvias otoñales han permitido que se llenen los acuíferos y los embalses de las zonas del litoral, pero en cambio los pantanos del interior, en la cabecera de los ríos, siguen muy por debajo de los niveles considerados normales.

Ejemplo de esta situación se ha apreciado en el embalse de Tous, que por primera vez en la historia, ha almacenado más agua que el de Alarcón. Y en los pantanos de Beniarrés y Sitjar se sigue desembalsando agua por si vuelve a llover con fuerza en estos meses de otoño.

Moragues ha reconocido que la situación hidrológica en estos momentos es mucho mejor que en las mismas fechas de hace un año. Por fin, después de tres ejercicios muy duros «hemos salido del estado de emergencia» por la sequía, aunque «no hay que bajar la guardia».

Hay que destacar que durante el verano se han detectado una serie de vertidos en la cuenca del Turia, lo que está obligando a la Confederación a realizar obras de emergencia y a abastecer a la ciudad de Valencia con aportes del Júcar. En unos días estarán terminadas estos trabajos.

Además, cada vez se reutiliza más agua. De hecho, casi la mitad del agua que entra en las depuradoras de la Comunidad, se reutiliza sobre todo para la agricultura.

Elena Espinosa negó ayer que en España haya desabastecimiento de cereales y que haya concertación de precios pero insistió en que hay que “reconducir” la situación y “dar transparencia” al mercado, según expuso durante un coloquio-almuerzo en el Foro Nueva Economía de Madrid.

La titular de Agricultura señaló que el problema del alza de los cereales es mundial y reiteró causas como la mayor demanda de países como China, India o Brasil y la menor cosecha en grandes estados productores, que ha dado como resultado una caída de las reservas a pesar de obtener una producción mundial de 1.653 millones de tn la pasada campaña.

A esta coyuntura internacional la ministra sumó que los cereales han dejado de ser un mercado de físicos para convertirse en uno de futuros debido a la entrada de operadores ajenos al sector agroalimentario, que lo han convertido en una inversión más.

Con todo ello expuso que aunque el precio ha marcado un “pequeño descenso” no volverá a “valores históricos” pero sí a una “estabilización” en la que tendrán mucho que ver medidas comunitarias -la liberalización de tierras, las ventajas a la importación o la suspensión de las ayudas a la exportación- y nacionales, entre las que destacó la “movilización de tierras y la creación de la Mesa de Cereales para hacer un seguimiento de precios.

Más allá de los cereales, Espinosa hizo un repaso de la importancia del sector agrario y pesquero, que cuenta con 915.000 ocupados -el 5,5 por ciento sobre el total de trabajadores en España- y supone el 4,3 por ciento del PIB, además de conllevar otros valores no cuantitativos como son el “nutrirnos de alimentos sanos y de calidad” y contribuir al desarrollo de muchas zonas.

Con respecto al futuro, más allá de la próxima reforma europea del vino y la negociación de las cuotas de pesca para 2008, destacó la necesidad del “chequeo médico” de la PAC, en el que señaló tres cuestiones que habrá que analizar: hacer un pago único más eficiente, estudiar la relevancia de las medidas de mercado y cómo afrontar los nuevos retos de la agricultura como son el cambio climático, los biocombustibles o la gestión del agua.

No obstante se opuso a que el chequeo conlleve cambios drásticos en la política agraria y apostó por la “prudencia” para hacer los retoques necesarios hasta la próxima reforma, fijada en principio para el año 2013.