Aguas del Júcar inicia las obras para captar el agua del trasvase en Cullera

El consejero-delegado de Aguas del Júcar, José María Marugán, certificó ayer, definitivamente, el divorcio del Ministerio de Medio Ambiente y la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó con la firma del contrato para el comienzo de las obras del tramo «A» del nuevo trazado de la conducción, la toma del agua en el Azud de la Marquesa. Marugán suscribió con Eduardo Oriola, gerente de la UTE Dragados-Cleop, el comienzo inmediato de unas obras adjudicadas por 39 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que de no haber retrasos la tubería estará lista en la primavera de 2009. El tramo «A» incluye el punto de toma del agua en el Azud de la Marquesa, así como las primeras estaciones de bombeo y la balsa de regulación en Panser (200.000 m 3 ). La longitud total del tramo es de 8,5 kilómetros.
Marugán firmó también ayer el contrato del tramo «B» que incluye dos túneles de 2,8 y 3,8 kilómetros respectivamente para salvar las sierras de Corbera y Barxeta, que serán construidos con una tuneladora y contarán con un diámetro de 3 metros. Las obras se adjudicaron a la UTE formada por OHL, Ocide y Serrano Aznar, tienen un presupuesto de 34 millones y un plazo de ejecución de 20 meses.
El inicio de los dos últimos tramos del nuevo trazado del trasvase cierran cualquier tipo de negociación con la Junta Central de Usuarios, entidad que representa al 90% de los futuros usuarios del agua y que rechaza la toma en Cullera al considerar que se trata de caudal residual depurado, poco recomendable para el regadío y no apto para el consumo urbano. La Junta volvió a denunciar ayer la «sinrazón» del Ministerio de Medio Ambiente y confirmó la presentación de una reclamación patrimonial por la que reclama 100 millones de euros al Gobierno en concepto de daños y perjuicios. Los usuarios van a recoger firmas en la provincia contra el trazado durante diciembre y enero que enviarán al presidente Rodríguez Zapatero «para tratar de parar la ejecución de un proyecto que no tiene ningún sentido», sentenció ayer Andrés Martínez.

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