Asaja advierte de que la sequía amenaza y tendrá un «impacto grave» en la agricultura y la ganadería

La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha advirtió ayer que la sequía y la falta de agua embalsada para los regadíos va a tener un impacto gravemente negativo para el sector agrario, tanto por la caída en las producciones agrícolas como por los mayores costes para la alimentación animal ante la falta de cosechas nacionales.

Según recuerda Asaja en nota de prensa, el director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop aseguró ayer que nos encontramos ante «la peor sequía de los últimos decenios, superior incluso en intensidad a la de los años noventa», ya que las precipitaciones durante este año han sido «nulas». La Asociación subrayó que la falta de lluvias afecta ya al normal desarrollo de los cereales de invierno pero si la situación persiste también repercutirá en la planificación de la siembra de primavera tanto de cultivos hortofrutícolas como oleícolas y herbáceos, especialmente, el maíz. Los cultivos leñosos, como el olivar o el viñedo, también notarán los efectos de la sequía debido a que la falta de agua provocará un estrés hídrico debilitando la planta, lo que hará que repercuta en su normal crecimiento así como en la afección sanitaria, aseguró la organización agraria. En cuanto a la ganadería, la principal repercusión de la falta de precipitaciones está siendo la falta de pastos en determinadas zonas lo cual puede traer graves consecuencias a partir de junio si sigue sin llover lo suficiente. Según el director general de lagencia Estatal de Meteorología, Francisco Cadarso, «para solucionar de aquí a final de mes esta situación debería llover una media de 20 litros por metro cuadrado, algo que no es previsible».

Asaja también se refirió a la repercusión en materia de precios que va a tener la falta de precipitaciones y advirtió de que si no se producen lluvias significativas en los próximos meses habrá un alza en los precios de los cereales y, por tanto, un aumento de los costes de producción lo que supondrá la muerte anunciada del sector ganadero. Por todo ello, Asaja manifestó su preocupación y pidió a las administraciones que adopten las medidas oportunas antes de que la situación sea irreversible.

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