Asaja cree que CLM necesita aún un 9% más de ayudas de la PAC

La organización agraria hizo balance del año 2010 y situó entre sus prioridades para 2011 el desarrollo de la PAC y del Plan Estratégico del Vino que se centrará en la comercialización

Castilla-La Mancha está muy por debajo de la media europea en la asignación de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), según la Asociación de Jóvenes agricultores (Asaja). Es por eso que demandarán al menos un 9 por ciento más de esas ayudas para equipararse al nivel del resto países y poder mantener la producción, la calidad y la conservación del medio ambiente.
Esa será una de las prioridades que centrará el trabajo de la organización en el próximo año 2011, como anunció su Comité ejecutivo en el día de ayer durante la presentación del balance de actividad del año 2010.
Para el secretario general de Asaja, José María Fresneda, es muy importante garantizar para Castilla-La Mancha la aportación de mil millones de euros anuales que recibe de Europa, «y en eso vamos a estar» porque quieren dar la vuelta a una situación en la que «el sector agrario es el único que inyecta liquidez» y tradicionalmente «hemos sido los peor tratados», expresó Fresneda.
Los argumentos para exigir ese aumento del 9 por ciento en el importe de las ayudas para encontrar «el equilibrio de la media comunitaria» lo sitúan, en primer lugar, en que hay un déficit en la alimentación de la población mundial del 70 por ciento, y porque «a nosotros se nos exige la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección al medio ambiente, y eso nos cuesta mucho dinero y esfuerzo garantizarlo a la sociedad», se quejó Fresneda, por lo que consideraba estar «cargado de razón» en la petición de ese 9 por ciento «como mínimo», porque eso «no lo ofrece a la sociedad ninguna otra actividad empresarial», aclaró.
«No vamos a ser nosotros los que garanticen la supervivencia y el desarrollo de otros países que se han incorporado que la renta per capita es menor que la nuestra» decía Fresneda durante su exposición, cuando se refería a la entrada de otros países en la PAC que podrían hacer peligrar la asignación de esas ayudas para Castilla-La Mancha.
En este sentido también demandaron la pertinente agilidad de la administración autonómica para la gestión de esas ayudas por parte de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, «para nosotros es vital, que lleguen bien, que lleguen a tiempo y que participemos de lleno en la solución de los problemas porque la gente necesita la liquidez para poder funcionar».

Otros objetivos
Entre las tareas pendientes que mantiene la organización, está la de conseguir que el Gobierno de la nación dibuje un mapa conjunto para elaborar una política agraria nacional que aún no se tiene, «estamos 17 comunidades autónomas por 17 caminos distintos buscando la solución de los ciudadanos y así nos va».
Del mismo modo, y es algo que ya han solicitado en otras ocasiones, Asaja abogó por una discriminación positiva hacia el agricultor en activo y profesional, que es el que mantiene las explotaciones y cumple los requisitos antes citados en cuanto a respeto del medio ambiente, control alimentario y protección animal.
En la fijación de los precios, así como en la comercialización, está el otro gran caballo de batalla para la agricultura en general pero para el sector del vino en particular. Aquí Asaja propone algunas ideas que ya empiezan a tomar fuerza en foros europeos como la fusión de empresas.
«Los precios siguen estando muy bajos», decía el presidente de la organización, Fernando Villena, que veía en esta fusión la solución a la negociación de los precios. «Cuando se han concentrado las empresas que se dedican a comprar, o se concentran las empresas que se dedican a vender o se las llevan por delante a la mitad», razonó Villena.
Además solicitaron una modificación del Código Penal para evitar que «las mafias y los ladrones puedan campar a sus anchas» por las explotaciones agrarias, sobre todo en estos meses en los que se ha producido un repunte de estos hurtos en las fincas y naves de los agricultores causando un gran perjuicio económico a estas familias y las propias explotaciones.
Por lo demás, se informó de que la actividad durante el año que ahora acaba había sido «grande» y que se había producido un aumento en la afiliación a Asaja, «por la crisis y por la necesidad de organizarse», entendió Fresneda.  

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