El Gobierno impone que los nuevos proyectos de regadío apliquen el máximo ahorro posible de energía

Los nuevos proyectos de modernización de regadíos que se pongan en marcha en España contarán con nuevas exigencias en materia de ahorro y racionalidad en los consumos, según nuevas directrices del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural. A los objetivos clásicos de estas inversiones, relacionados con el mejor aprovechamiento y la mayor comodidad en el uso del agua, se añadirán condiciones ligadas a la eficiencia energética, que hasta ahora se tenían poco en cuenta.

Según ha explicado a LAS PROVINCIAS Francisco Rodríguez Mulero, presidente de la Sociedad Estatal de Inversiones Agrarias (Seiasa) de la Meseta Sur, que gestiona las inversiones en dicha materia del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural en la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura, la orientación de máximo ahorro energético en las nuevas inversiones resulta básica para ser consecuentes con las políticas generales en tal cometido. Además, resulta muy conveniente, desde el punto de vista de la economía de los propios usuarios (comunidades de regantes y agricultores en general) a raíz del fuerte encarecimiento de las tarifas eléctricas.

Hasta ahora, en los proyectos de modernización de regadíos primaban los criterios de cambiar el sistema de aplicación del agua en campo (cambiar de riego a manta a goteo), la sustitución de acequias y canales por tuberías que conduzcan el agua a presión y eviten la evaporación, la automatización de los procesos y también el almacenamiento de caudales en grandes balsas reguladoras. En la utilización de estas mandaba la oportunidad de utilizar la electricidad en horarios con tarifas más baratas, pero no se tenían en cuenta estrictos criterios de eficiencia energética.

De este modo se han consolidado situaciones en las que la modernización descansa sobre mayores consumos de energía (electricidad o gasóleo) en bombeos que no siempre serían del todo necesarios si se estudiasen mejor otras opciones de maniobra. Ahora, con unos precios de la energía al alza, se hace obligatorio girar la vista hacia aspectos que habían pasado por alto cuando sus costes eran más soportables.

Según Francisco Rodríguez, Seiasa está imponiendo que se revisen estas cuestiones energéticas en los proyectos que actualmente están en fase de preparación o de ejecución; es decir, donde todavía caben correcciones sin mayores costes añadidos. La idea general es evitar en lo posible bombeos innecesarios o que tengan alternativas mejores que las planteadas inicialmente.

Pero también se va a actuar en el terreno de la generación. La idea es que cada futuro proyecto de modernización de regadíos incorpore entre sus inversiones la instalación de paneles solares o aerogeneradores para producir tanta energía como se vaya a consumir. El Gobierno de Aragón ya prepara sociedades mixtas con comunidades de regantes para producir energías renovables y que sirvan para compensar su gasto energético convencional.

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