El presidente de los regantes agradece la placa pero faltan medios

El presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Francisco Belmonte, ha agradecido a la Junta de Comunidades la Placa al Mérito Regional que les ha otorgado pero cree que «sobran reconocimientos y actos y faltan hechos».

«Yo preferiría que, en vez de darme la placa, mi Gobierno regional me diera otros apoyos que estamos solicitando y de los que, de momento, no estamos teniendo contestación», se sinceró Belmonte en una entrevista con Efe con motivo de la entrega de distinciones en el Día de la Región.

Belmonte explicó que hace dos meses se reunió con el presidente de la Junta, José María Barreda, para plantearle «lo que para mí es parte de la solución de los problemas del mundo rural en general, ya no sólo de los regantes».

Apuntó que se refiere a que de la riqueza que generan las energías renovables «se beneficie el mundo rural» y no que «se la regalemos a grandes empresas que, además, pagan los impuestos fuera de la región y a media docenita de empresarios locales afines».

Lamentó que todavía está «esperando» una respuesta y añade que «el presidente me dijo que nos reuniríamos y hasta ahora», por lo que afirmó contundente que «entonces, yo cambio la placa por eso y con muchísimo gusto, además».

Consideró que, con las producciones de energías renovables, «los ayuntamientos, con deficiencias enormes actuales, también podrían tener unos fondos importantísimos, podrían mejorar los servicios de los pueblos y la gente no se iría de ellos, porque en los pueblos, con buenos servicios, se vive mejor que en la ciudad».

Destacó que, a la hora de abordar estas medidas que proponen, «los políticos tendrán que demostrar que les preocupamos y que les importamos».

Cuestionado qué esperaba del proceso del Plan de Revisión del Júcar, que es uno de los temas que más preocupan a los regantes y usuarios asociados en la JCRMO, Belmonte lamentó que «ya no esperamos nada, ya sé desde hace tiempo que no iba a haber plan hidrológico en esta legislatura; hace poco ya me lo confirmaron».

Reconoció que «cuando me enteré estuve a punto de marcharme, porque yo volví para eso, para revisar el Plan Hidrológico del 97, porque yo participé en su redacción y parecía lógico que los mismos que lo hicimos lo revisáramos».

Añadió que, sin embargo, «resulta que he vuelto para revisar el plan y no hay plan, aunque seguimos manteniendo reuniones», y asegura que «yo ya le he dicho al presidente que a más reuniones de “paripés” no voy».

Se mostró tajante al afirmar que «cuando haya un borrador de Plan Hidrológico encima de la mesa me sentaré a negociarlo y a discutirlo, como hice en el 95 y en el 96, que aquello no fue cosa de un día, tardamos dos años en llegar a un acuerdo, pero es que ahora no hay nada».

Belmonte criticó que «no hay Plan Hidrológico y, es más, ante la debilidad del Gobierno central, Valencia y Murcia se han envalentonado y están mucho peor que estaban en el 94/95».

Añadió que «en España, afortunadamente, tenemos una legislación de aguas bastante completa y se trata de respetar la ley de aguas y la constitución cuando se refiera al asunto, y las sentencias de los tribunales».

Por eso, recordó que «cuando me preguntaron cómo quería que fuera el Plan del Júcar solamente dije: “a ser posible legal”, tampoco pedíamos tanto».

Y destacó que la revisión se traduce simplemente en que «se trata de juntar a las comunidades implicadas delante del Gobierno central y decir: “esto es lo que hay que hacer y hay que hacerlo legalmente”, no hay más».

Denunció que esto no está siendo posible porque «en el tema del agua nos hemos dedicado a hacer demagogia, partidismo y ruido pero no le buscamos soluciones lógicas, sensatas y legales».

Sobre el elevado precio de las tarifas eléctricas, Belmonte explicó que «el problema ya no está tanto en la subida de las tarifas, porque yo estoy dispuesto a pagar el kilowatio como todo el mundo, pero es abusivo que nos obliguen a contratar todo el año una cuota de potencia que sabemos que no vamos a utilizar doce meses, sino entre 3 y 5 meses».

«Se trata de una cuota de potencia que ha subido un 480 por ciento en año y medio y ese sí es el atraco que hacen las eléctricas a los regantes, pero que la pistola y el horario se lo da el Gobierno», sentenció.

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