El temporal descarga hasta 42 litros en las cabeceras del Júcar, Tajo, Turia y Cabriel

Por primera vez en lo que va de año, un temporal atlántico generó ayer precipitaciones muy significativas – de hasta 36 litros por metro cuadrado y en aumento- en el área de la geografía castellano-manchega y aragonesa que son vitales para los caudales de los río Júcar, Cabriel y Turia, de los que, junto al Tajo, cuyas fuentes se encuentran muy próximas a los ya citados, depende buena parte del suministro de agua potable y de la actividad económica en la Comunitat Valenciana.
La noticia, esperanzadora, contrasta con la puesta en marcha de medidas para paliar la sequía extrema que afecta a toda esta zona y que en Albacete, a instancias de la Confederación Hidrográfica del Júcar, han llevado a renunciar del agua almacenada en Alarcón y a poner en marcha de nuevo los pozos abandonados hace unos años pese a la mala calidad de sus aguas.
El presidente de la CHJ, Juan José Moragues, comunicó a la alcaldesa de Albacete Carmen Oliver y a las portavoces de la oposición Carmen Bayod (PP) y Rosario Gualda (IU) que era necesario reabrir los pozos ante la situación «de emergencia» en la que se encuentra el Júcar y en concreto el embalse de Alarcón.
La alcaldesa exigió la instalación de filtros para mejorar la calidad del agua de los pozos. Moragues aceptó y ordenó la ejecución del proyecto aunque explicó que inicialmente y si la sequía no se agrava se podría mezclar agua superficial del Júcar con la de los pozos.
Si la lluvia no lo remedia, dentro de dos meses comenzarían a bombear de nuevo los pozos que fueron cerrados en abril de 2003 cuando Albacete se convirtió en la segunda gran ciudad tras Valencia que se nutre del agua del Júcar.
Ayer, la lluvia volvió a Albacete y a las serranías de Cuenca, Guadalajara y algo de Teruel.
En Peralejos de las Truchas, mur cerca de Entrepeñas y Buendía (Tajo), se registraron 36 litros mientras que en la cuenca del Turia el pluviómetro de Griegos ya registraba a mediodía 42,8 litros por metro cuadrado.
En la cuenca del río Júcar se habían medido a la misma hora 37 litros en Tragacete, 35 en San Lorenzo de la Parrilla o 34 en Uña.
El temporal se acercó también hasta las fuentes del Cabriel, un río esquilmado por la sequía, dejando hasta 36 litros en Pajaroncillo o 37 en la Laguna del Marquesado. Anoche un nuevo frente nuboso amenazaba con duplicar estas cantidades.

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