La Confederación Hidrográfica del Júcar asume que la situación de la demarcación no es buena

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña, ha reconocido que la situación de la demarcación hidrográfica «no es buena» ya que tan sólo uno de los nueve sistemas de explotación que tiene, el del propio Júcar, está «en situación de normalidad». Según ha explicado Ureña en declaraciones a los medios durante una visita a Buenache de Alarcón (Cuenca), «tenemos el Vinalopó y Marina Alta en estado de emergencia; otros dos en alerta, que son el Serpis y el Palancia, y el resto, excepto el Júcar, en prealerta». La presidenta de la Confederación ha recordado que «venimos de un año hidrológico fatal, que ha llovido la mitad de lo habitual en la demarcación y tenemos muy poquitas reservas en los embalses, a excepción de los del Júcar», ha dicho.

En este sentido, ha destacado que «se ha hecho una gestión extraordinariamente rigurosa del agua» y que los regantes han hecho un esfuerzo «tremendo» para poder terminar el año hidrológico.

Se enfrenta a un año «prácticamente sin reservas»

En cuanto a las perspectivas futuras, Ureña ha indicado que la demarcación se enfrenta al nuevo año hidrológico «prácticamente sin reservas».

La presidenta de la Confederación espera que «el otoño sea normal» y, si es así, ha dicho, «podremos empezar la campaña de riegos en abril con normalidad».

En caso contrario, ha avanzado que se ha solicitado ya al Ministerio un decreto de sequía, «que está pedido pero no tramitado», para poder arbitrar medidas administrativas

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