Los consumidores denuncian el alza del 30% en el recibo de la luz

La subida de la tarifa eléctrica para un consumidor doméstico que no utilice la electricidad para cocinar ni calefacción o aire acondicionado supondrá unos 3 euros más al mes tras conocerse que a partir del próximo 1 de octubre el recibo de la luz subirá un 4,8%. El problema es, según denuncian las asociaciones de consumidores, que en los últimos tres años acumula un alza del precio de más del 30% y, tal y como señalan los analistas, la subida de octubre no será ni la última, ni la más grande, pues se espera un incremento de al menos el 15% el próximo año, aunque el sector reclama un 40%.

Un cálculo hecho por la asociación de consumidores Facua señala que la conocida como Tarifa de Último Recurso (TUR) de la luz, la que utilizan unos 26 millones de clientes, todos domésticos y pymes, acumula un encarecimiento superior al 30% en los últimos tres años. No hay que olvidar que este año la tarifa ya subió en enero, un 2,6%, y que en julio se le añadió el incremento del IVA, del 16% al 18% que, si bien no se recoge en la TUR, sí lo hace en el recibo final que pagan las familias.

Para la asociación de consumidores, la subida del precio de la energía eléctrica es «desproporcionada e injustificada». Facua acusa al Ministerio de Industria que dirige Miguel Sebastián de «plegarse» a los intereses empresariales al dar luz verde a una subida que «lesiona los intereses económicos y los derechos de los usuarios».

Facua carga contra el Ministerio de Industria por lo que considera «opacidad informativa» por limitarse a difundir un comunicado anunciando la subida de tarifa en octubre, destacando que el alza media por hogar será, a nivel del Estado español, de 1,75 euros, sin especificar «cuáles son las características de ese supuesto usuario medio, en potencia contratada y kilovatios por hora consumidos, ni si la cantidad incluye o no los impuestos indirectos».

El problema es que las cifras, según el déficit de tarifa -que es la diferencia entre el monto total recaudado por las tarifas integrales y tarifas de acceso (que fija la Administración y que pagan los consumidores por sus suministros regulados y competitivos, respectivamente) y los costes reales asociados a dichas tarifas (costes de adquisición de la energía para las tarifas integrales, de transportar, distribuir o subvencionar determinadas energías como las renovables)-, muestran que los consumidores domésticos no pagan al momento el verdadero coste de la energía, un bien escaso, sino que se abona a plazos a través del citado déficit que tiene que avalar el Estado ante las compañías eléctricas. Y, si el déficit suma ya más de 2.600 millones de euros este año y el sector cree que superará al menos los 4.000 millones a cierre del ejercicio, es que algo no funciona bien.

Sube 6 veces más que el IPC La organización vasca de consumidores EKA-OCUV ha considerado «injustificada e inaceptable» la subida del recibo de la luz, «más aún en un momento de crisis como el actual».

Con esta nueva subida, según la organización de consumidores, la energía eléctrica se encarece ya un 10% en lo que va de año, es decir, «seis veces más que lo que subió el IPC (1,6%) en el segundo trimestre, y 25 veces más que lo que crecieron de media los salarios (0,4%) en dicho periodo». Desde julio de 2007 a enero de 2010, en dos años y medio, la electricidad se ha encarecido un 26%, mientras el IPC acumulado fue del 4,2%.

El responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, afirmó que el precio de la energía «no viene del cielo», sino de «una política aplicada por el Gobierno Zapatero», y que en este caso los «planteamientos ideológicos, el cueste lo que cueste«, han conducido a que la electricidad haya subido un 70% con el actual Ejecutivo español.

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