Los pueblos albaceteños solicitan más obras hidráulicas a Agricultura

Un aspecto poco conocido del trabajo de la Consejería de Agricultura es que, además de dar ayudas a agricultores y ganaderos, u organizar cursos de formación, que son sus actividades más conocidas, también tiene sus propios programas de obra pública.
Uno de los principales programas se denomina Plan de Obras de Infraestructura Rural en la Provincia de Albacete. Recientemente, el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicaba algunos de los proyectos que tiene en marcha.
El programa en cuestión, a pesar de ser poco conocido, es también uno de los más veteranos de la Consejería y su evolución es también una forma de repasar la historia reciente de la agricultura y la ganadería albacetenses, aunque hay prioridades que nunca pasan de moda, como las infraestructuras hidráulicas.
De hecho, de la veintena de infraestructuras planteadas para este 2009, 11 son depósitos, balsas, acequias, tomas, sondeos, embalses, tuberías o bombas.
Asimismo, entre las obras mencionadas en DOCM del pasado lunes 23, también aparecen asuntos muy diversos: básculas, cebaderos, puentes, caminos, cámaras frigoríficas o zonas de baño para ganado, entre otros.
La distribución geográfica y el tamaño de los municipios también son sumamente variados, el último paquete de obras que tiene entre manos la delegación provincial de Agricultura afecta a 20 municipios, esto es, casi la cuarta parte de los 87 municipios con los que cuenta la provincia de Albacete. Dichos municipios son Alatoz, Albacete, Ayna, Liétor, El Ballestero, Bienservida, Bogarra, Casa de Lázaro, Cenizate, Hellín, Molinicos, Nerpio, Ossa de Montiel, Paterna del Madera, Peñascosa, Pozo Cañada, Pozuelo, Tobarra, Villapalacios y Yeste.
El delegado provincial de Agricultura, Antonio Mompó, explicaba esta semana a La Tribuna que «se trata de obras que, en principio, tienen que tener un uso fundamentalmente agrario pero que, al mismo tiempo, suponen alguna mejora de tipo social, porque por ejemplo contribuyen a mantener una actividad y, a su vez, la población, o bien porque tienen un impacto favorable en el mantenimiento del medio urbano o el medio rural».
Estas obras se suman a las que ya realizan en el medio rural otras administraciones, como los propios Ayuntamientos, la Diputación u otras ramas de la administración regional, como la Consejería de Ordenación del Territorio, por poner algunos de los ejemplos más frecuentes.
«Y este es sólo uno de los programas de obras de la delegación -aclaró- porque, por ejemplo, también hay obras relacionadas con la prevención de avenidas y la lucha contra la erosión».    

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