Narbona contradice a los expertos de su Ministerio y reitera el bajo coste del agua desalinizada

Cristina Narbona aprovechó ayer su visita relámpago a una desalinizadora en Alicante y a varias obras de su Ministerio en la Comunitat para reabrir la guerra del agua a pocas semanas de las elecciones generales. La ministra de Medio Ambiente defendió la utilización del agua desalinizada frente a la del trasvase, pese a la opinión de los expertos de su departamento, y acusó a los populares de tener un doble discurso.

La escenificación estaba perfectamente planificada. Narbona dio la rueda de prensa en la desalinizadora de Alicante ante una inmensa fotografía del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la entonces ministra de Medio Ambiente del PP, Elvira Rodríguez, bebiendo agua desalinizada tras la inauguración de la primera fase de la planta en 2003.

Ya en su primera parada de la gira valenciana, en la desalinizadora de Alicante, Narbona arremetió contra los críticos con la desalación. En la comparecencia ante los medios de comunicación, la ministra se aferró a la tesis de que el agua desalinizada tiene un precio bajo contradiciendo así la opinión de los expertos de su propio departamento.

Según la ministra, el agua desalinizada «cuesta 500 veces menos que un litro de agua embotellada» y recalcó que la desalación es «la única tecnología que permite garantizar agua llueva o no llueva», según la agencia Efe.

La opinión contrasta abiertamente con la del Comité de Expertos contra la Sequía del Ministerio de Medio Ambiente, plasmada en el libro La sequía en España. Directrices para minimizar su impacto, presentado la pasada semana en Valencia.

Tal y como señalan en la conclusión 17, escrita con el consenso de todos los autores del estudio, «la desalación, a pesar del considerable progreso que ha tenido en los últimos años, continúa siendo una fuente de agua no convencional (…). En la actualidad, esta técnica es todavía muy cara como para convertirse en la fuente principal de agua dulce, a lo que se añaden una serie de retos sociales, ambientales y tecnológicos que todavía hay que superar».

Pero la ministra mantiene inamovible su argumentación. «Lo más importante es que el coste de producir agua cada vez es menor; hoy es la mitad de lo que era hace diez años, porque el principal coste de producir agua a partir del mar es el necesario consumo de energía, y el consumo de energía se ha reducido en diez años a la mitad», afirmó.

La titular del departamento se refirió al informe de los expertos y resaltó que la intención del Ministerio es que quieren que la tecnología de desalación «vaya a mejor» y para ello «escucha a los expertos independientes y cuyas sugerencias son oídas por el Gobierno para seguir mejorando en esta tecnología».

Además, Narbona consideró «fundamental» que los ciudadanos «conozcan con detalle las propuestas que hacen los expertos, no sólo de oídas o a través de los medios de comunicación», sino que pueden consultar a través de la página web del Ministerio de Medio Ambiente el informe del Comité de Expertos de la Sequía.

«Igual que estarán colgados en la página web, a disposición de todo el mundo, los informes de la Fundación Nueva Cultura del Agua de los que se ha hablado estos días, y que efectivamente reúnen, entre otros, a expertos de la Comunitat Valenciana», afirmó la ministra.

Anunció que el Gobierno va a publicar esos informes para que todo el mundo «los conozca y pueda apreciarse cuál es el contenido real de los comentarios y de la valoración hecha por los miembros de la Fundación Nueva Cultura del Agua».

«Guerra del agua»
La ministra aprovechó su visita a Alicante para avivar la guerra del agua. Narbona recordó que la planta fue inaugurada por Camps y Rodríguez en septiembre de 2003. En ese sentido, se preguntó si una desalinizadora es «buena o mala dependiendo de quién gobierne» y afirmó que en España «es necesario más rigor, más sensatez y menos manipulación al hablar de agua».

Narbona, además, no dejó pasar la ocasión para intensificar sus ataques al Consell, al que culpó de que la ampliación de la desalinizadora de Alicante todavía no esté funcionando. Aún le falta recibir la autorización ambiental integrada que otorga la Generalitat.

La ministra mostró su confianza en que para el próximo mes de marzo «la planta pueda estar ya produciendo agua», con una capacidad de 24 hectómetros cúbicos al año, lo que equivale al consumo de 350.000 habitantes.

La titular de Medio Ambiente especificó que en la planta ya se ha producido un avance tecnológico. «Por la tecnología que se aplica, esta planta es ya más eficiente desde el punto de vista energético que la anterior», explicó.

La ministra se desplazó posteriormente a Elche para inaugurar la exposición Vive el Júcar y firmó un convenio con la Asociación de Usuarios de Agua Subterránea. Además, presidió la inauguración del IX Simposio Nacional de Hidrogeólogos. Posteriormente, acudió a la Vega Baja, donde activó el primer pozo de sequía con el sistema de telemando y telecontrol.

Narbona pidió a los usuarios de acuíferos que adopten «un enfoque de responsabilidad en el medio y largo plazo» en el empleo de estos recursos y que entierren «el corto plazo».

Críticas
En apoyo de la ministra salió ayer el candidato socialista al Congreso por Valencia Joan Calabuig, quien afirmó que el programa electoral con el que el PSOE concurrirá a las elecciones no apuesta por los trasvases porque son una solución al déficit hídrico «claramente superada» por «las decisiones que se están tomando» y por las opiniones de «todas las organizaciones internacionales y los expertos que hablan de uso y gestión sostenible del agua».

La visita de la ministra recogió las críticas del vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, quien acusó a la ministra de «fundamentalismo» por su defensa de la desalinización. Según Rambla, la estancia de Narbona «es una muestra de la poca vergüenza que la acompaña».

El conseller de Medio Ambiente y Agua, José Ramón García Antón, calificó de «intolerable» que Narbona «venga a la Comunitat a darnos lecciones cuando lo que tiene que hacer es garantizar el agua para la agricultura a un precio asequible». Insistió en que la desalación debe ser «complementaria» para abastecer algunas zonas con déficit hídrico, «así lo hemos justificado siempre, nunca puede ser la solución global».

García Antón recordó también que el Ministerio «no tiene usuarios para el agua desalada porque el precio para los regantes resulta inasumible» y añadió que «los agricultores de la Comunitat tendrán hoy (por ayer) los pelos de punta por las declaraciones de Narbona.

El cabeza de lista del PP por Valencia al Congreso, Esteban González Pons, manifestó que Narbona «está intentando convertir» a la Comunidad «en las fábricas sucias de agua» para otras autonomías e insistió en reclamar a la ministra que renuncie a instalar «centrales nucleares del mar» y se comprometió a luchar contra las desalinizadoras «esté donde esté».

Deja una respuesta