Prevenir la peor inundación en 500 años

Propone la creación de una balsa a modo de gran zona verde en el arco comprendido entre las carreteras de las Peñas y de Valencia

Un joven albaceteño ofrece en un proyecto soluciones a las avenidas de agua ocurridas en la capital

«Albacete está en llano, Chinchilla en cuesta». Lo dice la canción, y lo cierto es que el particular relieve de la capital albaceteña y de su entorno más cercano es uno de los factores que explica los problemas de inundación que, periódicamente, afectan a la ciudad. Dar soluciones a los efectos en el entramado urbano de las precipitaciones, incluso hasta las más extremas en un periodo de 500 años, es el propósito del proyecto de fin de carrera que ha presentado Antonio Barbero, un joven estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Ciudad Real.

El trabajo, que este albaceteño de 26 años defendió ante los responsables académicos el pasado 14 de enero, lleva por título ‘Ampliación del sistema de drenaje urbano de la ciudad de Albacete para la protección frente a avenidas’, y en él se propone la creación de una balsa o ‘estanque de retención’, a modo de gran zona verde, que preservaría las nuevas áreas de crecimiento de la capital en el arco que comprende la carretera de las Peñas, la trasera de la Facultad de Medicina y el nuevo barrio que cruzaría las vías del tren más allá de la ‘puerta de Valencia’.

«También aliviaría, de manera indirecta, las inundaciones en las zonas ya construidas», indicó Barbero sobre su opción de poner en marcha dos conducciones subterráneas, similares a las del Canal de María Cristina y con una longitud total de siete kilómetros, que irían a parar a una balsa con capacidad para 1,3 hectómetros cúbicos de agua, ubicada en medio de un gran parque de 25 hectáreas que actuaría como un depósito en caso de lluvias abundantes. Esta balsa se construiría en el espacio comprendido entre el ecoparque y La Torrecica, muy cerca de la salida del canal que cruza por el norte, de oeste a este, la ciudad.

Apoyo al Canal

La clave, según este joven albaceteño que ha tenido como tutores del proyecto a los profesores Diego Irles y Javier González, es dar apoyo al Canal de María Cristina, la infraestructura ideada hace más de dos siglos que recoge todas las aguas sucias y el agua de lluvia de la capital. «La tipología de embalse elegida, estanque de retención, sirve para ‘depurar’ el agua procedente de las precipitaciones frecuentes, que arrastran suciedad y contaminantes de las calles, antes de verterlas al medio receptor, el Canal de María Cristina», explicó.

Se evitarían, de esta manera, «inundaciones en zonas de nueva construcción para periodos de retorno de 500 años», es decir, «a muy largo plazo». La obra supondría, además, una inversión moderada, ya que «se podría ejecutar en fases a medida que se vayan edificando los nuevos barrios». La balsa o, en su denominación técnica, estanque de retención que contempla el proyecto de Barbero, responde a una alternativa bastante novedosa en materia de gestión de aguas pluviales y que cuenta, todavía, con escasos ejemplos en España. No obstante, destaca porque funcionaría como un espacio verde y de recreo, «con una superficie algo superior a la del parque Abelardo Sánchez».

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